Entrevista

Hugo Mallo: "Nunca he dicho cosas al club que puedan molestar al entrenador"

Hugo Mallo, durante un entrenamiento de esta semana.
photo_camera Hugo Mallo, durante un entrenamiento de esta semana.
El capitán y lateral derecho del Celta  señala que "cuanto más arriba acabemos mejor". Tras superar el récord de partidos de Atilano: "¿El de Manolo? habrá años en los que no juegue tanto"

Hugo Mallo Novegil (Marín, 22 de junio de 1991) vive el final de temporada con la tranquilidad que da la clasificación. Habla antes de sentar bases de cara al próximo curso que de aventuras europeas y reflexiona serenamente sobre la delicada situación vivida cuando el anterior entrenador, Óscar García Junyent, lo apartó de una capitanía en la que ya ha sobrepasado un lustro. Y, de paso, valora haberse convertido el pasado fin de semana en el segundo jugador del Celta con más partidos, con 393.   

Está acostumbrado últimamente a batir marcas históricas en el Celta, pero supongo que siempre hace ilusión lograr una más.
Para mí es un momento increíble. Son situaciones que no me imaginaba ni me esperaba de pequeño. Pero no es un asunto que me traiga loca la cabeza. Al final, lo que más me importa y lo que pretendo es intentar ayudar al máximo al equipo. Que yo consiga estos objetivo es gracias a mis compañeros.

Más allá del valor histórico abrumador, logros como éste se alcanzan desde la naturalidad del día a día.
Son muchos partidos y los datos son increíbles pero intento darle la naturalidad que corresponde. Vivir el día a día, los entrenamientos, la convivencia con mis compañeros, intentar estar en la mejor forma posible... Si todo eso acompaña y no hay lesiones, pues vienen estos números. Pero dentro de esa naturalidad, son demasiados partidos...

La carrera de un futbolista, en los últimos años, se ha alargado mucho. En ese contexto, ¿ve posible alcanzar el récord de Manolo el Gran Capitán (533)?
Es cierto que los futbolistas juegan más años que antes, pero aun así son demasiados partidos. Tienes que rendir muy bien, estar a un gran nivel, que no haya lesiones... Me centro en el día a día. Habrá momentos en los que no juegue tanto, seguramente, y también hay que estar preparado y ayudando desde donde toque. Claro que me gustaría batir ese récord pero son muchos partidos y hay que tener paciencia.

¿Haber iniciado su carrera a primer nivel tan joven puede acercar la fecha final de su carrera?
Espero que no, que no tenga que ver. Empecé muy joven y he tenido lesiones importantes por el camino, pero la ilusión y la cabeza las tengo intactas. Mientras hayan esas ganas y ese querer, todo puede llegar y todo se puede conseguir.

Doce temporadas dan para mucho, con mejores y peores momentos personales y colectivos. ¿Viene de pasar usted uno de los malos las dos últimas temporadas?
Estas dos temporadas hemos estado peleando por la permanencia hasta el último segundo. Sí fue mala pero no la considero trágica en lo individual. Al final, he jugado, con partidos mejores y peores, que es lógico. Pero es cierto que la campaña pasada fue dura. Tuve lesiones de por medio, jugué lesionado, la situación del equipo no ayudaba y fue todo un cúmulo de cosas que iban a mal. Estuvimos hasta el último minuto de la última jornada pendientes de no descender y eso mentalmente desgasta mucho. En ese sentido, sí que fue trágico. Esta temporada no se empezó del todo bien, pero con la llegada del Chacho, parece ser que el equipo fue para arriba y encontramos nuestra mejor versión.

Y encontró. ¿Puede ser que este año esté dando de nuevo su mayor nivel?
Sí, sí. Me encuentro bien, cómodo con el sistema, con los compañeros y con todo lo que hay alrededor del equipo. 

El pasado enero cumplió un lustro como primer capitán del Celta. Ya sea por devoción o por obligación, ¿se siente un líder del vestuario?
A ver. Me siento bien con el grupo. De hecho, son los compañeros los que votan. Confían en mí y quieren que les ayude en ciertas cosas. Eso para mí es bonito. Te da ganas de seguir.

¿Un capitán pierde la voz propia por la responsabilidad de hablar en nombre del grupo?
Está claro que el capitán tiene que saber cuáles son sus funciones. Para mí son ayudar al grupo antes de pensar en mí. Cuando hay que hablar con alguien en nombre de todos, pues hablo. Esto no quiere decir que sólo yo pueda hacer esta función. Hay otros compañeros que pueden ayudar. En definitiva, buscamos el bien colectivo más que el individual. Y luego, algún problemilla que vaya saliendo, pues ir arreglándolo. 

¿Hay cosas que deja de hacer o de decir por ser capitán?
Tienes que mantener un poco las distancias, por decirlo de alguna manera. Pasa en la vida en general. Hay momentos en los que uno se tiene que morder la lengua por la situación en la que está. Sí hay veces en las que me gustaría decir alguna que otra cosa. Pero no con el club. Cuando un árbitro te pita un penalti, por ejemplo, te sale decir de todo, pero te tienes que medir.

¿Dentro de sus funciones de capitán entra tener un contacto periódico con el club?
Sí. Estoy en contacto, tanto yo como los demás capitanes. Intentar que la comunicación entre equipo y club sea fluida, que es bueno para todos.

¿Y tal situación puede llegar a crear tensiones con el entrenador de turno? Y no es una forma torticera de preguntar por su situación con Óscar García Junyent, sino hablando en general.
El entrenador hablará cosas con el club, de fichajes y temas deportivos, lo que sea. Los jugadores no nos metemos en ese tema. Para eso tenemos un director deportivo, un entrenador y la gente que trabaja en el club. Los jugadores lo que tenemos que hacer es dedicarnos a jugar. Yo, en ese aspecto, es lo que he hecho doce temporadas. Nunca he dicho cosas al club que puedan molestar al entrenador. Sé por dónde pueden ir los tiros de tu pregunta pero yo no he tenido problemas con ningún entrenador en doce años. Salvo esto que salió con Óscar pero yo en ningún caso he hecho nada de eso que se habla. Las cosas del club con el entrenador son cosas del club. El escudo está por encima de cualquier miembro de la plantilla o del club y hay que tenerle todo el respeto.

Ahora sí le pregunto directamente por la situación con Óscar. Tras vivir una situación como ésa, ¿uno hace autocrítica y se pregunta si se está equivocando en algo?
Los hechos están ahí. Al final, si me devuelven el brazalete de capitán será por algo. No hace falta que diga nada. Los hechos hablan por sí solos. En ningún caso he puesto nada por delante del club, del escudo ni de mis compañeros. Es más, no tuve tiempo de hacer nada.

Es un logro evidente que haya tantos canteranos en el primer equipo pero ¿lo obliga a estar más pendiente del resto de jugadores que, de entrada, tienen menos afinidad previa?
En todos los equipos siempre hay jugadores que se llevan mejor que otros. Es normal que los gallegos, como nos conocemos desde pequeños, tengamos esa afinidad que a lo mejor no tenemos con otros que llegan. Pero si algo bueno tiene este vestuario es que  todos nos llevamos bien con todos, no hay ningún problema extradeportivo. Somos una familia, nos llevamos todos de maravilla, suben los chavales jóvenes del filial o del juvenil y se les trata increíblemente... En ese aspecto es uno de los mejores vestuarios en los que he estado.

Un caso puntual menos agradable es el de David Costas, un canterano apartado de la competición. ¿Cómo se vive esa situación dentro de un vestuario?
Todos queremos estar disponibles. Pero se dan situaciones que uno no puede controlar en las que el resto de compañeros no podemos hacer nada. Son asuntos del club con esos jugadores y son ellos los que lo tienen que solucionar. Por nuestra parte, ojalá estuvieran con nosotros. Pero, como siempre digo, en el fútbol no es todo bonito. A veces nos toca convivir con este tipo de experiencias.

En lo colectivo, se ha logrado esa temporada tranquila, que era el objetivo tras dos años tan complicados.
Era el primer objetivo, no pasar los apuros del año pasado, que fueron trágicos y nos quitaron meses de vida. Fue muy duro. Empezamos esta temporada regular, medio tirando a mal, con una línea mala, pero con la llegada del Chacho, el equipo fue para arriba y dio su mejor versión. Creo que la está dando y, por lo menos, la gente se puede sentir más identificada con nosotros y con lo que transmitimos en el campo. Pero no nos podemos parar. Hay que tener esa ambición y seguir creciendo. En lo que queda de año se pueden sentar las bases de la temporada que viene.

¿Es usted de los que aún piensan en la séptima o la sexta plaza para jugar en Europa?
No sé si es la séptima, la sexta, la quinta, la octava... Cuanto más arriba podamos quedar, mejor. El primer objetivo era la salvación y parece que ya la tenemos más o menos encarrilada. Una vez lograda, el objetivo de todos tiene que ser quedar lo más arriba posible. Pero no sólo en el fútbol, en todo en general. Si alcanzas un objetivo, tienes que ir a por otro. Tras la salvación, quedar lo más arriba posible. Después ya veremos si nos da para el sexto, el séptimo, el octavo o el noveno.

Hablando de perfil futbolístico. Usted empezó con un carácter defensivo más claro y el ofensivo lo ha ido desarrollando con el tiempo. ¿Está de acuerdo?
Empecé muy joven y siempre estás más atenazado, como quien dice. Pero con el paso de los partidos y de los años, uno se va soltando. En mi caso, tampoco hizo falta que pasara mucho. Ante todo soy defensa y tengo que defender, pero hoy en día a los laterales se les pide que ayuden ofensivamente. El Chacho me lo pide y es una función que me gusta. Ayudar en tareas ofensivas pero sin olvidar que mi deber también es defender.

Entronca, quizás, con esa evolución actual hacia un fútbol más físico, más intenso. ¿No le parece?
Tanto el fútbol como el deporte en general va más a lo físico. Ahora mismo, hay que estar muy bien preparado física y mentalmente. En este fútbol, los laterales si no pasan del centro del campo, igual no tienen oportunidad de jugar o de hacerlo tan a menudo. Lo sabemos y todos hoy son llegadores. Y también se ve ese fútbol combinativo que te da tener a los laterales adelantados.

Ese perfil parece tenerlo ya de base Sergio Carreira. ¿Qué opinión le merece?
Es un chaval espectacular. Ya de por sí era extremo. Al contrario, igual donde tiene que mejorar es en defensa. Ofensivamente da muchas cosas y es un gran jugador.

Dichoso problema que los tres laterales de la cantera puedan coincidir en el primer equipo.
La verdad es que es raro. Sale un delantero, un central, un portero... Aquí siempre ha pasado, ya no con nuestros tres casos. Son bastantes en poco tiempo. Ojalá sean de casa los laterales, ya no sólo el derecho, sino también en la izquierda. Sería una gran noticia para el club porque se valora el trabajo que se hace en la cantera y el esfuerzo de los padres.

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