Juego embarrado en el Sestao-Celta

Fran Beltrán disputa un balón en el partido que tuvo lugar ayer en el campo de Las Llanas.
photo_camera Fran Beltrán disputa un balón en el partido que tuvo lugar ayer en el campo de Las Llanas.
El análisis del partido de Copa del Rey entre el Sestao River y el Celta

Sobre un terreno casi impracticable por el barro, el Celta consiguió el pase a la siguiente ronda de la Copa del Rey ayudado por un error arbitral y por el olfato goleador de Douvikas, que demostró que puede ser valioso para el equipo si se le dan minutos. El resto de la segunda línea no estuvo tan bien.

Revolución, salvo en la defensa

Benítez alineó ante el Sestao River un equipo muy diferente al de los últimos partidos de Liga, salvo en la línea defensiva, donde las lesiones de Aidoo y Carlos Domínguez obligaron al técnico a mantener a Starfelt y a Unai en el centro. Ristic fue la única novedad en el lateral izquierdo y el resto del once se modificó desde la portería, con el debut de Marchesín esta temporada, hasta la delantera, con Swedberg y Douvikas.

Sobre el barro

Las condiciones del terreno de juego de Las Llanas, irregular y pesado por el barro acumulado, propiciaron un partido de mucho juego aéreo directo y escasa o nula combinación. Ni vascos ni vigueses consiguieron controlar en ningún momento la pelota, que fue de un lado al otro del campo sin dueño

Al contraataque

Como equipo de superior categoría, el Celta intentó llevar la iniciativa, pero se encontró con un Sestao bien plantado en el campo y con un punto de intensidad que igualaba las cosas. Así, los celestes sólo consiguieron hacer daño al contragolpe. Douvikas recibió un pase largo, superó a Mirapeix por velocidad y batió a Pere Joan García con un remate raso.

Jugar con fuego

Tras el gol, el Sestao apretó y acabó metiendo en su propio área al Celta, que lo fio todo a cazar otra contra para matar el partido, pero estuvo cerca de encajar el empate. Sólo la falta de puntería de los locales mantuvo a los celestes por delante en el marcador hasta el minuto 72.

Y quemarse

El equipo celeste, ya con Carles Pérez en el campo en sustitución de Miguel Rodríguez, no reaccionó y acabó encajando el empate en una jugada desgraciada. Unai Núñez desvió con la cabeza un centro desde la derecha y el balón se coló en la portería de Marchesín.

Arbitraje a favor

En una temporada en la que se ha visto perjudicado por los árbitros en varias ocasiones, el Celta tuvo ayer a González Fuertes a su favor. Apenas cuatro minutos después del empate, el colegiado señaló un inexistente penalti sobre Kevin Vázquez y Douvikas volvió a adelantar a los celestes.

Con experiencia

El equipo vigués no sufrió en los últimos minutos por el oficio de Larsen y Tapia, que lograron que apenas se jugara hasta el final.

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