Desde la salida de Antonio Chaves de la dirección general del Celta, nada más terminar la pasada temporada, Marián Mouriño comenzó a idear el club que quería dirigir, por el momento, y presidir, en un futuro cercano. En los últimos meses, ha ido amoldando el día a día a sus ideas, respetando siempre la presencia de su padre y todavía presidente, Carlos Mouriño, aunque las urgencias deportivas de diseñar una nueva campaña aparcaron muchos movimientos. Ahora, con la temporada en curso, comienzan a tomar cuerpo los cambios en la estructura.
La primera gran decisión a nivel de organigrama es descartar la figura de un director general. La presencia de Luís Campos como director deportivo y de Rafa Benítez como entrenador con tres años de contrato lleva a Marián Mouriño a cederles el control del ámbito deportivo, respondiendo sólo ante ella misma y ante el presidente. Y para el resto de la entidad, ha buscado un hombre de su confianza como el vigués José Gainzarain, que ejercerá de director corporativo.
Además, se reducen el número de directores, no sustituyendo con esos mismos cargos a los salientes Marco Rocha, Carlos Hugo García Bayón y Julio Vargas. Y se reestructuran en tres grandes áreas: Administración, Finanzas y RSC, liderada por María José Herbón; Operaciones y Relaciones Institucionales, con Carlos Cao como director; y el área de Negocio, sin cabeza visible de momento. Para Cao es un aumento de atribuciones, para Herbón, una rebaja. Continúan Maruxa Magdalena en Márketing, Carlos Salvador en el Área Comercial y Germán Arteta en la Fundación. Así, como Álex Otero, Michel Martínez y Edu Covelo coordinando la cantera.
En un siguiente escalón también hay movimientos. Gael García, al mando de la celebración del Centenario en los últimos meses, se incorpora desde Marketing como responsable de contenidos; Enrique Díaz, relacionado en los últimos años con labores externas de seguridad, ejerce como responsable de esta área; y David González amplía sus funciones desde el área social y asume la relación con las peñas.
De cara a fuera, los cambios dicen poco a los aficionados. De cara adentro, constatan un nuevo orden. Continuista en el apellido pero no en otros aspectos.
Un ‘rugbier’ de amplia experiencia
José Gainzarain llega al Celta desde la dirección general de Delikia y tras ser un colaborador “excelente” del grupo GES Restauración -la firma de la familia Mouriño-. Es licenciado en Económicas y Empresariales por la Universidad de Vigo y desde 2008 es socio de Gainza, empresa de consultoría especializada en asesoramiento y finanzas corporativas, desarrollando funciones de director ejecutivo en diversas firmas. Así antes de ser director general de Delikia, desempeñó la misma función en la empresa Kauman, y también ocupó cargos de relevancia en Cupa Group, Selmark Lingerie y Grupo Copo.

En el ámbito del deporte, fue practicante de baloncesto y, sobre todo, de rugby. De hecho, tiene una fuerte relación personal con el Vigo Rugby, club en el que ejerció no sólo dentro del campo, sino que también formó parte de su junta directiva. Quienes lo conocen de este ámbito, resaltan su calidad jugando como centro.
En cuanto al fútbol, no se le conoce especial relación. Cuestión que no resulta especialmente clave, dado que su campo de acción queda fuera de lo deportivo. Interesante será su capacidad para formar equipo de trabajo con Carlos Cao o, especialmente, María José Herbón. La responsable de los números del Celta en los últimos lustros ha perdido peso específico, lo que puede preceder a su salida del club.