José Francisco Rojo Arroita (Bilbao, 28 de enero de 1947), conocido futbolísticamente como Rojo I y Txetxu Rojo, falleció ayer en Leioa (Bizkaia) a los 75 años de edad, acompañado de sus familiares más cercanos.
Tras una larga carrera como futbolista en el Athletic Club, equipo en el que militó 17 temporadas y disputó 541 partidos, Txetxu Rojo emprendió una trayectoria como entrenador que le llevó a dirigir al Celta tres temporadas y media, entre los años 1991 y 1994.
En su segunda campaña, en 1992, Rojo consiguió el ascenso del equipo celeste a Primera División con un equipo en el que militaban jugadores como Javier Maté, Jorge Otero, Fabiano, Agirretxu, Vicente, Juric o el goleador Vlado Gudelj.
En la última de ellas, la 1993-94, llevó al Celta a su segunda final de la Copa del Rey, un trofeo que el conjunto vigués perdió ante el Zaragoza en el Vicente Calderón y que se decidió en la tanda de penaltis tras el 0-0 con que terminó el encuentro. Aquel lanzamiento fallado por Alejo dejó al bloque del técnico vasco sin la Copa.
El club celeste mostró ayer sus condolencias por la muerte de Rojo. “Nuestro mayor de los abrazos a familiares y amigos de Txetxu Rojo. Nos unimos al dolor por su pérdida. Descanse en paz ", manifestó la entidad en su cuenta de Twitter.
Además de al Celta, Rojo como técnico dirigió a Osasuna, Club Lleida Esportiu, UD Salamanca y Real Zaragoza, este último en dos etapas diferentes.
Cañizares: "Se ha ido un gran tipo, al que nunca olvidaré"
El exguardameta Santiago Cañizares lamentó ayer el fallecimiento de Txetxu Rojo, al que calificó de "gran persona" y del que dijo que nunca olvidará por el trato que le dispensó cuando coincidieron en el Celta en la primera mitad de la década de los 90. "Se ha ido un grandísimo futbolista, un buen entrenador, pero por encima de todo un gran tipo que tuvo un detalle conmigo en un momento crucial de mi vida y que jamás olvidaré", dijo Cañizares.
El que fuera portero del Valencia, Real Madrid y la selección española, entre otros equipos, recordó un episodio personal que narra en su biografía y que sucedió al poco de llegar al Celta en la temporada 92-93 y que tuvo como protagonista al mítico jugador del Athletic, que en aquel entonces dirigía al club vigués. "Recién llegado al Celta, en septiembre, tuve un problema familiar de índole económico que suponía perder la casa familiar por una deuda de tres millones de pesetas (18.000 euros) y mi padre recurrió a mí. Pedí ayuda al club en modo de un adelanto para resolver el tema pero no se atendió mi petición, aunque esta situación llegó a oídos de Txetxu Rojo", recordó Cañizares. “Txetxu, que apenas me conocía desde hacía unas pocas semanas, me llamó a su despacho y, de sopetón, me ofreció un cheque suyo personal con la cantidad que yo necesitaba. Me dijo que no me quería tener en el equipo con problemas extradeportivos”, añadió.
