La contención se abre paso en el Celta

El pasado mercado de verano, en el que el Celta sólo realizó tres fichajes y todos ellos en forma de cesión, es una muestra de lo que espera a corto plazo. Porque en ese ámbito de acción a pocos meses vista, el club necesita recuperar la estabilidad económica precedente ajustando todos los gastos al máximo. De hecho, en el presupuesto que la junta de accionistas aprobará el próximo miércoles, se percibe esa filosofía de contención que se antoja necesaria en este momento.

El recorte es importante y viene a compensar el exceso -a nivel económico, al menos- anterior. Porque en los dos ejercicios más recientes, el club disparó la inversión en futbolistas de forma más que notable, acumulando cerca de 70 millones. La idea de Marián Mouriño y su equipo de gestión de que el dinero esté en el campo y no en el banco colaboró en esta tendencia.

Obviamente, la situación deportiva, con el peligro del descenso, propició algún que otro desembolso inesperado, especialmente en el mercado de invierno, con la adquisición de hasta tres futbolistas el pasado enero: Javier Manquillo, Jailson Marques y Tadeo Allende. Los dos primeros llegaron libres, pero por el tercero hubo que contabilizar 4,5 millones.

Esos 70 millones en dos años son una cifra más que apreciable. Sobre todo, teniendo en cuenta que en los tres ejercicios anteriores se había alcanzado poco más de la mitad: 26,9 en la 19/20, 4,4 en la 20/21 y 11,7 en la 21-22. Cuando dentro de un año se ajuste el gasto realizado el pasado verano, la contundencia en el descenso será a tener muy en cuenta.

En este contexto, la apuesta por la subida de jugadores desde el cantera adquiere también una motivación económica, más allá de la deportiva. Hasta cuatro jugadores que el pasado curso tenían ficha del filial -con matices- han pasado a tenerla del primer equipo esta temporada: Damián Rodríguez, Carlos Domínguez, Alfon González y Pablo Durán. Y es de esperar que, si las cosas van bien este curso, dicha circunstancia se repita la próxima campaña con nombres como Hugo Sotelo, Hugo Álvarez y Javi Rodríguez. Así, el capítulo de fichajes amainará.

Las fichas, aún sin recesión

Otro gran caballo de batalla a la hora de hablar de números es el límite salarial. Y ahí entra directamente en juego la cuestión de las fichas de los jugadores y el cuerpo técnico. De nuevo, lo sucedido en el pasado más reciente obliga a afrontar una política de contención de gastos y a cambiar, como ya se ha hecho, la tendencia al crecimiento en el límite por el descenso. Las cuentas que se aprobarán el miércoles reflejan un gasto en plantilla deportiva de casi 62 millones de euros (61,9). Los 10 millones de diferencia entre lo presupuestado para el pasado curso y lo finalmente ejecutado se debe a las indemnizaciones que se tuvieron que afrontar por el cambio de rumbo deportivo.

Con todo, de momento no se va a acometer una bajada sustancial en los emolumentos a la plantilla. Porque si para el pasado curso se estimaba un gasto de 51 millones, con Rafa Benítez, para el presente se reduce en apenas dos millones de euros, pasando a 49. Porque aunque el número de adquisiciones ha sido bajo -Borja Iglesias e Ilaix Moriba como cedidos y Marcos Alonso libre-, su repercusión en el montante a pagar no lo es tanto. Y con otros jugadores que previamente también llegaron libres desde la Premier como Vicente Guaita o Javier Manquillo. A los que hay que añadir otro futbolista de entidad como Jonathan Bamba. Los canteranos jóvenes compensan, pero no tanto todavía.