Trece días después del cierre del mercado, Juan Carlos Calero lo analizó exhaustivamente ayer en una comparecencia de más de una hora en Balaídos. Y antes de entrar a valorar los fichajes que llegaron y los que no pudieron llegar, los que se fueron y los que se quedaron o el trabajo, el albaceteño puso el acento en que el Celta tendrá el mayor límite salarial de sus cien años de vida.
“Afrontamos el centenario con el límite más alto de la historia. Es un orgullo para nosotros”, subrayaba Calero al poco de empezar su balance. Hoy mismo se sabrá la cifra exacta a través de la Liga, pero el acento del hombre de Luís Campos en este aspecto lo acompañó con un genérico “estamos bastante satisfechos con el trabajo”. Una idea que remarcó varias veces en sus respuestas, en las que enarboló la “coordinación y la conjunción” de todas las partes, incluido el propio director deportivo portugués, la directiva del club y el cuerpo técnico de Rafa Benítez. “Tener dos cocos del fútbol mundial como Luís y Rafa nos hace sentir orgullosos”, destacó, al tiempo que justificó la ausencia del de Esposende en la comparecencia. “La persona que está en el día a día soy yo”, añadió.
En ese sentido no dejó de insistir en las horas de trabajo que todos metieron en el mercado. “Os podría enseñar el móvil”, apuntó en un momento dado, al ser cuestionado sobre las declaraciones del dueño del PSG, en las que apuntó que Campos trabajaba “20 horas al día” para el club parisino.
La gran mácula en los fichajes célticos este verano ha sido la ausencia del tan ansiado mediocentro. El propio Benítez lo dio por hecho antes de viajar a Almería. Iba a ser Batista Mendy, del Angers de la Segunda francesa, que tumbó el acuerdo en el último instante. “Se abrió una posibilidad muy interesante, de jugador joven que viniera a crecer con el equipo”, dijo sobre el futbolista francés. “Estaba todo acordado, pero el club de origen no mandó la documentación. Aún no sabemos la realidad de lo que pasó”, declaró con resignación. La realidad es que el club galo impuso su criterio y vendió al jugador al Trabzonspor de Turquía, cuyo mercado acabó unos días después.
Calero se refirió a la marcha de Gabri Veiga a Arabia cuando todo estaba acordado con el Nápoles. “El jugador nos presentó la propuesta, nos dijo que era muy buena para él y que la aceptáramos en la medida de lo posible”, subrayó. Y del que se fue al que permaneció: “Tapia siempre transmitió su voluntad de quedarse y nosotros le transmitimos que no era ningún problema que se quedase. Es un jugador muy querido”.
Por lo demás, desgranó que la ausencia de un futbolista que conecte con la última línea la puede asumir De la Torre. “Rafa vio desde el primer momento que podía jugar de 8”, explicó. También valoró la irrupción de Sotelo y la incorporación de Dotor, “cada uno con sus características”, para terminar ensalzando al de siempre: “Iago va a seguir siendo el buque insignia. Hemos intentado rodearlo lo mejor posible”.