La tranquilidad buscada no llegó. La oda a la intranquilidad en la que ha convertido el Celta el final de temporada alcanza hoy a su culmen con la disputa de la última jornada, que determinará si el equipo vigués mantiene la categoría o si desciende a Segunda. El Barcelona, campeón de Liga, aterriza en Balaídos mermado de efectivos y de objetivos pero con sobrada calidad para tumbar a un bloque celeste al que un soplido parece un huracán.
A lo largo de la semana, todo ha girado en torno a la cuestión ambiental, por fuera, y mental, por dentro. Lo futbolístico ha quedado de lado porque la autoconfianza es nula. La que se supone inmejorable baza para finales dramáticos, depender de uno mismo, aparece ahora casi como una amenaza y se están poniendo casi todos los huevos en la cesta del desinterés culé. O, si cabe, de que el Valladolid falle en casa y sean los otros resultados los que salven.
Días complicados de digerir. En lo físico, pendientes de la recuperación de Iago Aspas y Fran Beltrán. Los dos han aparecido públicamente bastante recuperados, pero no se sabe si lo suficiente como para formar parte del once inicial. El que queda totalmente descartado es otro de los jugadores claves en el esquema celeste como Joseph Aidoo. Su rotura fibrilar lo convierte en la única ausencia segura para el duelo definitivo, además del lesionado de larga duración Agustín Marchesín.
La decisión con Aspas no es sencilla: apostar por él de inicio o dejarlo en el banquillo como baza para cambiar el partido. Porque pese a encontrarse mejor, no parece probable que pueda aguantar mucho más de una mitad. Y ya se sabe que la presencia o no del moañés varía el dibujo táctico de todo el equipo. Tampoco es baladí la situación física real de Beltrán, porque la baja de Aidoo puede llevar a Tapia al centro de la defensa, lo que dejaría al equipo sin un pivote claro. Otra posibilidad sería apostar por el canterano Carlos Domínguez para el centro de la defensa, pero su falta total de minutos en Liga no invitan a pensar en que sea una buena decisión arrogarle ahora tal responsabilidad.
Más allá de las dudas, como en las últimas semanas hay futbolistas que son fijos: Iván Villar, Renato Tapia, Unai Núñez, Javi Galán, Gabri Veiga y Carles Pérez estarán de inicio. Y es muy probable que junto a ellos aparezcan otros como Óscar Mingueza -que entraría por Mallo-, Óscar Rodríguez y Jorgen Strand Larsen. Por la izquierda puede ganar la partida la experiencia de Cervi.
Enfrente, el Barcelona llega sin Araújo, Balde, Alba, Busquets y Pedri. Pero sí están Ter Stegen en portería y Lewandowski en la delantera. Y la ambición individual de ambos marcará la de sus compañeros. Será imposible estar tranquilo.
