No es sencillo mantener el estado de gracia. Esa sensación de optimismo que es capaz de enfrentarse a la realidad, por fea que sea, y salir vencedor en el intercambio de argumentos. Aunque ya se sabe que la tristeza no tiene fin y la felicidad sí, el Celta de Claudio Giráldez intentará estirar el chicle al máximo. Partiendo de la victoria y la gran imagen en Sevilla y después de 15 días de tranquilidad, el proyecto pasa por Balaídos para ofrecerse a los ojos de sus aficionados y, sobre todo, para imponerse a otro rival directo, en este caso el Rayo Vallecano.
Porque más allá del ambiente y de cuestiones de banquillo, el partido tiene una tremenda entidad clasificatoria de por sí. Porque un triunfo permitiría al conjunto celeste sobrepasar al vallecano, que hasta la pasada jornada pasaba por ser el inmerso en una peor racha. Y esos tres puntos permitirían mantener los cinco de margen con la zona de descenso, después del agobiante triunfo del Cádiz el pasado viernes.
Claudio Giráldez es un novato en la élite -su homólogo en el Rayo, con todo, apenas le saca cuatro partidos- pero tiene un bagaje detrás que invita a pensar en una gestión de la plantilla apostando por la variedad en los onces iniciales. El porriñés gusta de tener a todos sus futbolistas despiertos y partícipes de la idea colectiva, para lo que no hay mejor argumento que el reparto de titularidades. Con todo, su escaso tiempo en el banquillo del primer equipo manejando estos futbolistas genera dudas lógicas sobre las elecciones. Tantas que tampoco parecería extraño repetir el mismo conjunto que salió en el Sánchez Pizjuán.
Por eso, habrá que esperar para saber dónde realiza el técnico su primer cambio. Porque el bloque base seguirá siendo el formado por Vicente Guaita en la portería; una línea de tres centrales en que parece fijo Óscar Mingueza y que completarán Unai Núñez o Carl Starfelt y Carlos Domínguez; en el centro, Fran Beltrán y Hugo Sotelo parten ahora con ventaja; por los carriles, el canterano Hugo Álvarez y el recuperado Javier Manquillo; y en la línea de tres, Iago Aspas, Jorgen Strand Larsen y Jonathan Bamba. Puestos a buscar probabilidades, el gol en Sevilla avaló a Carles Pérez como carrilero, pero hay que tener en cuenta el potencial ofensivo en las bandas del Rayo. Así que encontrar el candidato a ser suplido no es sencillo.
Por su parte, el Rayo rompió en la última jornada, con su triunfo ante el Betis (2-0), una racha de nueve sin ganar, incluidos los cuatro primeros encuentros de Íñigo Pérez en su banquillo. Con un fútbol presionante y energizante, pretende cortar la salida de balón desde atrás de los célticos. Pero tendrán que hacerlo sin los sancionados Lejeune y Raúl de Tomás. Duelo clave.
Sólo dos metas, Tapia y Damián
Respecto a su primera lista, Claudio Giráldez realizó en la segunda dos variaciones: la entrada del recuperado Renato Tapia y la salida del tercer portero, Coke Carrillo. Ahora, ha llamado a sólo dos guardametas y mantiene al canterano Damián Rodríguez, toda vez que siguen siendo baja Dotor, Swedberg, Aidoo, De la Torre y Ristic.
