La victoria en Sevilla de hace diez días ha generado un bien poco común en el fútbol y, más concretamente, en el Celta: tranquilidad. Ese triunfo, unido a la derrota del Cádiz, permitió recuperar el margen de cinco puntos sobre el descenso, un colchón mullido viniendo de donde se viene pero no definitivo cuando todavía restan nueve partidos para el final de Liga.
En esa sensación de tranquilidad puede incidir el hecho de que los mismos 27 puntos que tiene ahora mismo el equipo vigués tenía el Levante de la campaña 2017/2018, la que pasó a la historia por ser la permanencia más barata -el Deportivo descendió con 29 puntos siendo el tercero por abajo-. Los valencianos ocupaban la misma décimo séptima plaza y manejaban una renta de 6 puntos sobre Las Palmas que fue más que suficiente.
Con todo, hay suficientes precedentes también de descalabro final como para no estar atento. El Valladolid en dos ocasiones (03/04 y 22/23), el Girona (18/19) y el propio Levante (04/05) acabaron perdiendo la categoría pese a tener una renta de cinco o más puntos a falta de nueve partidos.
El ejemplo de descuido fatal más contundente es el del Levante en 2005. Con el alemán Berhand Schuster al frente -aunque José Luis Oltra cogió el timón a falta de cuatro jornadas para intentar evitar el desastre-, los valencianos eran décimo cuartos a falta de nueve partidos empatados con otros tres equipos, todos ellos con 10 puntos sobre el descenso. De ahí al final, sólo sumó 3 puntos y acabó descendiendo.
Un curso antes, el Valladolid de Fernando Vázquez -despedido a falta de cuatro jornadas- había perdido 7 puntos en esa recta final. Y ya mucho más recientemente, el Girona de Eusebio Sacristán se dejó 6 puntos para que se salvase precisamente el Celta; y el Valladolid de la pasada campaña se dejó 5 pese a sumar 8 en esos nueve partidos.
Todos los rivales directos juegan antes esta jornada
Con la disputa el viernes del Cádiz-Granada, el Celta y el resto de equipos implicados en la pelea por el descenso -excepto los dos implicados- afrontarán sus partidos sabiendo dónde está situada la frontera del descenso, como ya sucedió la anterior jornada. Entonces, el equipo gaditano perdió ante la Real Sociedad, lo que garantizó que el bloque celeste no acabaría en plaza de pérdida de categoría sucediese lo que sucediese en el Sánchez Pizjuán.
De hecho, el Celta sabrá ya el sábado, el día previo a su duelo con el Rayo, qué han hecho todos sus rivales directos salvo el propio conjunto vallecano, ya que el sábado jugarán Sevilla -en Getafe-, Almería -en casa ante Osasuna- y Mallorca -en Valencia-. Además, claro está, de los mentados Cádiz y Granada. Si los resultados, especialmente el de este último duelo, sonríen, los célticos saldrán más livianos al césped.
