Gómez explicó que tres pulsadores fueron objeto de actos vandálicos y estudian colocar cámaras de videovigilancia.
El talaso natural ubicado en la antigua cetárea de Monte Boi de Baiona se encuentra bajo mínimos debido a las últimas averías sufridas tras su apertura a principios de verano. Por el momento al menos dos de la bocas impulsoras de las cuatro con las que está equipada están en funcionamiento, aunque fuentes extraoficiales apuntan a que serían tres las que están inutilizadas. El alcalde Carlos Gómez explicó a este diario que es conocedor del estado de las instalaciones, que llevan en funcionamiento menos de seis meses desde su inauguración, y adelantó que están trabajando en subsanar las deficiencias detectadas en los pulsadores y en una de las bombas de impulsión. Gómez explicó que el estado de los activadores se debe a actos vandálicos, ya que según explicó uno de ellos fue completamente arrancado de su emplazamiento dejando el cableado al aire, mientras que los otros dos fueron dañados con piedras. Además se trata de unos mecanismos táctiles que por su configuración son muy sensibles y costosos, con lo que están barajando la posibilidad de instalar cámaras de videovigilancia como medida disuasoria. "Sabemos que lo ideal sería no llegar a este punto pero visto el comportamiento de algunas personas consideramos que sería la opción menos mala", añadió. En cuanto al sistema de impulsión de agua el alcalde explicó que son cuatro que funcionan de manera independiente, una para cada boca y una de ellas se estropeó. Debido a su emplazamiento y la naturaleza de los trabajos de reparación deberán de esperar hasta el mes de septiembre debido a la duración de las mareas. En cuanto al periodo de apertura del talaso natural, por el momento estará operativo hasta el mes de octubre sin descartar modificaciones para la próxima temporada.
