Opinión

Camino por recorrer

Cuando parecía que íbamos por el buen camino la vida te da un golpe de realidad y vuelves a leer lo de la culpa es de ellas, porque “hay mujeres que se entregan voluntariamente a hombres violentos sabiendo que pueden matarlas”. Menudo bofetón cuando estaba pasando unos días de descanso y una amiga me envió el artículo.
Sí, me refiero al de Manuel Molares, del que preferiría no tener que escribir, porque significaría que la sociedad es más igualitaria y consciente de la violencia machista que mata. Pero la realidad es que queda mucho camino por delante, aunque van quedando menos de estos especímenes.
Las mujeres que sufren violencia machista son víctimas de un círculo vicioso y, por tanto, la víctima no es culpable. El responsable es el maltratador que es un estafador, porque hace creer a la víctima que ella es la que provoca las situaciones violentas.
Parece mentira tener que decir estas obviedades pero Molares no hace otra cosa que verbalizar lo que todavía subyace en una parte de la población, así que lamentablemente tengo que darle las gracias por demostrarme que no estoy equivocada y que queda mucho trabajo por hacer. Pero no desde la violencia verbal que se ha visto en sus dos artículos publicados esta semana, con resentimiento y desconocimiento total del proceso psicológico del maltrato, sino desde el convencimiento de que hay que seguir con la política de igualdad en la educación y la visibilización de modelos femeninos de éxito en los que niños y niñas puedan reflejarse para que la igualdad sea un valor con el que crecer en libertad. También hay que reconocer que hay algunos elementos perdidos para esta causa.
No voy a darle más pábulo al autor de esos artículos que ha publicado amparado en la libertad de expresión y en búsqueda de una notoriedad que lamentablemente ha conseguido, especialmente en las redes sociales. Yo no se la daría. Sólo me gustaría recordarle que la violencia no tiene justificación, que la víctima no es culpable, que las Naciones Unidas reconocieron en 1979 que la violencia que se ejerce contra las mujeres es el atentado contra los derechos humanos menos reconocido en el mundo y la OMS la estableció como prioridad de salud pública en 1996. Sigamos trabajando por la igualdad.

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