Nadie pensaba a principios de temporada que la fase del calendario que ahora afronta el Celta iba a estar plagada a estas alturas de la competición de rivales directos en la pelea por Europa.
Pero Getafe, Eibar y Girona, que son los tres próximos equipos a los que se medirá el conjunto vigués se están ganando el derecho a ser considerados como aspirantes a, al menos, pelear por ese objetivo hasta bien entrada la segunda vuelta liguera. De hecho, los eibarreses suman ahora mismo tres puntos más que los célticos, mientras que madrileños y catalanes –recién ascendidos ellos desde Segunda División– están únicamente a dos y un punto, respectivamente, por debajo.
Dada la vecindad tan cercana en la clasificación entre estos equipos, los resultados logrados ante ellos marcarán el devenir clasificatorio del Celta de aquí a final de temporada. Se da la circunstancia, además, de que las fechas se aprietan, ya que el conjunto que entrena Juan Carlos Unzué tendrá que disputar estos tres choques en apenas ocho días: los que van desde el lunes 19, cuando visitará al Getafe, hasta el martes 27, cuando hará lo propio con el Girona, quedando intercalada el sábado 24 la visita del Eibar a Balaídos.
"Los próximos cuatro partidos serán claves", reseñaba en la tarde-noche del domingo Daniel Wass tras el empate ante el Espanyol. Incluía en su nómina la visita de Las Palmas, conjunto que pelea por evitar el descenso, que llegará tras la inesperada trilogía europea Getafe-Eibar-Girona. En la primera vuelta, el Celta sumó cinco puntos ante ellos (triunfo ante Eibar y dos empates en casa). Se antojan necesarios más.n
