Economía

El consumo, único motor del “milagro" económico rumano

Una reciente protesta sindical en Bucarest para reclamar mejoras en el sistema de salud.
photo_camera Una reciente protesta sindical en Bucarest para reclamar mejoras en el sistema de salud.

El crecimiento del país llegó al 5,6% en el primer trimestre de 2017, el más alto de la Unión Europea

nnn Con subidas de sueldos y bajadas de impuestos, Rumanía ha logrado estimular el consumo interno y el crecimiento económico, que llegó al 5,6 % en el primer trimestre de 2017, la tasa más alta de la Unión Europea (UE). No obstante, este aparente "milagro" en uno de los países más pobres entre los 28 socios del club comunitario ha despertado el escepticismo entre los expertos: la mayoría de ellos no lo ven sostenible.
El significativo incremento de los salarios de los funcionarios -de más del 20 %- y también del sueldo mínimo, que pasó de 220 a 310 euros, en los últimos dos años, son los principales factores del auge económico rumano. A esto se añade que el Gobierno socialdemócrata bajó el Impuesto de Valor Añadido (IVA) de los alimentos del 24 % al 9 % en junio de 2015, mientras que la cota general del IVA disminuyó del 24 % al 20 % en enero de 2016 y al 19 % a principios de este año.
"El fuerte crecimiento económico se debe al gran avance del consumo alimentado por la subida de los salarios y la suavización de los impuestos, pero esto sólo funciona a corto plazo", señala el presidente del Consejo Fiscal, Ionut Dumitru. "Sin duda alguna, si tenemos un crecimiento del consumo sin un apoyo de otro sector económico, entonces aumentarán el déficit comercial y el de por cuenta corriente", prosiguió Dumitru.

déficit comercial
El déficit comercial de Rumanía alcanzó los 3.360 millones de euros en el primer trimestre de 2017, un 20,3 % más que en el mismo periodo de 2016, y la balanza por cuenta corriente registró un déficit de 690 millones de euros, dos veces mayor respecto al primer trimestre de 2016.
Tampoco el crecimiento económico es correlativo con el déficit público. Rumanía ha visto cómo éste ha crecido del 1,8 % al 3,2 % entre fines del año pasado y el 31 de marzo de 2017, según la Oficina de Estadística Europea. "Aparte del déficit, el crecimiento económico basado en el consumo provocará, tarde o temprano, efectos nefastos sobre la inflación, lo que limitará el poder adquisitivo de las familias", advierte Dan Popa, analista económico. "Sólo se puede subir los salarios si realmente se produce un incremento de la productividad", argumenta Popa.
La Comisión Europea, por su parte, estima que Rumanía incrementará su riqueza en un 4,8 % en 2017, mientras que Bucarest espera un 5,6 %, por lo que, de cumplirse, terminaría el año alcanzando un PIB récord de casi 183.000 millones de euros.
Estos esperanzadores datos macroeconómicos han animado al actual Gobierno socialdemócrata, consciente del rédito político que puede obtener, a seguir prometiendo subidas salariales a los funcionarios y a los pensionistas, una estrategia criticada como populista.
"Las políticas salariales con signo populista traen consecuencias graves en los precios de los bienes y la competitividad", explica Lucian Croitoru, consejero de política monetaria del Banco Nacional de Rumanía. En 2015, más de 1,35 millones de los 4,6 millones de asalariados en el país trabajaban en la administración pública, con lo que la tasa del funcionariado es del 30 %.
Croitoru cree que la subida salarial se ha adoptado en detrimento de la inversión pública, que cayó un 60 % en el presupuesto de 2017. "No se puede forzar la salida de la categoría de países con mano de obra barata sin mejorar la productividad", insiste el experto.
En los años pasados, numerosas empresas como Continental o Renault trasladaron gran parte de su producción a Rumanía gracias a los bajos salarios, pero la actual situación está haciendo que muchas de ellas se planteen irse. n

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