VALENTÍN TRUJILLO GORBEA DIRECTOR DEL CENTRO OCEANOGRáFICO DE VIGO

"En vigo se lograron grandes hitos mundiales, hay que seguir como referente”

Trujillo, en su despacho en el centro del IEO.
photo_camera Trujillo, en su despacho en el centro del IEO.

Natural de Portugalete, Vizcaya, y graduado en Biología Molecular, Valentín Trujillo Gorbea está al frente del Centro Oceanográfico de Vigo desde octubre de 2008. Asumió el puesto de director cuando la crisis asomaba y cinco años después celebra el centenario del organismo público científico.


 ¿Cómo van a celebrar el centenario del IEO en Vigo?
Tenemos en marcha un concurso de relatos, estamos organizando en Vigo reuniones de trabajo  científicas internacionales y a partir del mes que viene empezarán una serie de conferencias. En junio queremos mostrar directamente a los ciudadanos lo que es y hace el IEO con unas carpas en Samil con motivo del Día de los Océanos  y también haremos unas jornadas de puertas abiertas para el público en general que se va a celebrar del 11 al 13 de junio en nuestras instalaciones de Cabo Estai. Además  se podrá visitar el buque oceanográfico “Ramón Margalef” que va a estar esos tres días en Vigo. Tenemos organizados numerosos actos que pueden ser consultados en nuestra página web (www.vi.ieo.es). 
Buscan acercarse a la sociedad. ¿Creen que hay escaso conocimiento de lo que hace el IEO?
Por desgracia sí, pero no sólo del IEO sino en todo lo relacionado con el ámbito científico y tecnológico. En líneas generales hay un distanciamiento de lo que se hace realmente en investigación oceanográfica con lo que la sociedad interpreta. En parte es por nuestra culpa que no se sepa y se ponga en valor nuestro trabajo. Hace falta autocrítica.
Y el papel de los investigadores pesqueros, ¿está valorado?
No lo suficiente porque hay muchos intereses cruzados. En este tema, el  IEO lo que tiene que hacer es, aplicando el método científico y con datos objetivos, asesorar sobre cómo está la situación de los caladeros o de los recursos pesqueros y hacer las recomendaciones oportunas a los gestores. Cuando el mensaje emitido no gusta tanto, por ejemplo a las organizaciones más afectadas, surgen problemas de aceptación y valoración de nuestro trabajo. No olvidemos que hay en juego elementos e intereses sociales, económicos y comerciales. Si no gusta el mensaje, no gusta el mensajero, pero cuando va todo bien creo que se valora nuestro trabajo.
¿Hay entendimiento con la industria pesquera?
No podría ser de otra manera. Es consustancial a parte de nuestro trabajo como organismo asesor. Trabajamos muy estrechamente con el sector y con la Administración, tenemos que tener información de cómo está la flota, operatividad, artes, zonas de pesca, tenemos observadores a bordo de los barcos y se realizan pescas experimentales. No son palabras, son hechos. 
¿Mejoró la situación de los caladeros? 
En líneas generales se ve una tendencia de mejoría, pero la situación sigue estando mal, con niveles de sobreexplotación y sobrecapacidad que no son los que deberían ser. Esa caída que teníamos desde principios de los años 90 en parte ha revertido, había stocks muy importantes y  problemáticos para nuestra flota como los de la merluza que ahora está saneados, pero hay otros que siguen estando fatal como la cigala. Creo que en líneas generales vamos en la buena dirección, aunque todavía hay muchos problemas de conocimiento en determinadas especies, también porque se van incorporando cada vez más y tener información de calidad es vital, pero a la vez es muy difícil de obtenerla por lo tremendamente complejo que es el entorno marino.
Las infraestructuras de  Vigo 100 años después ¿necesitan renovación?
La renovación es necesaria porque el tiempo pasa. El centro de Vigo en Cabo Estai se inauguró en 1986 y cuenta con la única planta de investigación de acuicultura marina de peces en Galicia, que se hizo con una concepción de los años ochenta, casi semi-industrial, y dirigida hacia la transferencia de conocimiento al sector. Hoy, los planteamientos para investigar en acuicultura han cambiado mucho y va a venir un segundo boom para potenciar la acuicultura y con la investigación que se plantea habría que abordar un cambio sustancial de las instalaciones. Se necesita una profunda renovación si queremos seguir siendo referentes porque aquí se han conseguido grandes hitos mundiales como el origen del cultivo del rodaballo, cerrar el ciclo a nivel mundial del cultivo del pulpo o la puesta natural de merluza a nivel mundial..
¿Con qué recursos cuenta el oceanográfico? 
Nuestros recursos son muy limitados para las necesidades y requerimientos que tenemos y para la gran importancia que tiene la labor del IEO. Tenemos un grado de internacionalización muy alto y no trabajamos exclusivamente contra proyectos de financiación para un periodo determinado, sino que el IEO tiene que tener asegurada una cierta cobertura espacial y tener continuidad en el tiempo y esto nos obliga a veces a tener que financiarnos de nuestro propio presupuesto. La investigación marina es muy cara y las circunstancias son hostiles. La crisis está ahí y la opción de optar a recursos a nivel nacional se ha reducido, por lo que continuamos y apostamos cada vez más por optar a proyectos europeos. Pese a todo, el IEO está capeando bastante bien el temporal. Tenemos una economía saneada, no debemos dinero a nadie, y con mucho esfuerzo hemos tenido que ser mucho más eficientes en nuestro control de gasto.
¿Y en plantilla?
Somos 160 personas, 51 investigadores. Cada vez hay más dificultades para hacer contrataciones, tenemos más personal en formación, en prácticas y becarios con contratos temporales. Hubo un boom en el 2000 cuando se incrementó bastante la plantilla y ahora está estable. Llegamos a tener 180 personas. 

Te puede interesar