El Museo Anfaco organizó la primera ruta turística por los lugares en los que nació la industria conservera y pesquera de Vigo
El Museo Anfaco propuso ayer el primer paseo por la historia industrial de la ciudad. Un recorrido que permitió conocer a un grupo de "turistas culturales" algunas de las claves del desarrollo económico e industrial que despuntaba en los albores del siglo pasado como centro neurálgico de la industria conservera y naval. La visita comenzó en el barrio de Guixar, donde aparecieron las primeras industrias de una ciudad que comenzaba el despegue. El itinerario incluyó la zona de Areal, otro de los puntos elegidos por las conserveras para su actividad antes de que la presión de la propia ciudad las empujara hacia Coia y Bouzas, dos enclaves que aún conservan gran parte del legado arquitectónico industrial de unos años en los que se asentaron los cimientos de todo un sector como es el de la conserva.
Ejercieron como cicerones de esta peculiar inmersión en la memoria viguesa el catedrático de Historia e Institucións Económicas y director del grupo de Historia Empresarial de la Universidad de Santiago, Xoán Carmona, y la arquitecta Iria Sobrino Fagilde.
Uno de los objetivos de esta iniciativa era rescatar del olvido parte del importante patrimonio material e inmaterial ligado a la pesca y a las conservas. Algunas de las grandes naves que aún se pueden ver en calles como Tomás Alonso o Beiramar fueron, y siguen siendo, industrias con un gran peso en la economía viguesa. Para Iria Fagilde muchos de estos edificios hoy sin uso "son una oportunidad para darles otra utilidad sin caer en la especulación ni en el oportunismo con proyectos que sean sostenibles". n
