VIGO

Una odisea de 25 horas para venir en tren desde Barcelona a Vigo

El tren procedente de Madrid hizo su entrada en Guixar a las 20.45 con los pasajeros del viaje accidentado de Barcelona.
photo_camera El tren procedente de Madrid hizo su entrada en Guixar a las 20.45 con los pasajeros del viaje accidentado de Barcelona.

Un centenar de pasajeros llegaron anoche a la estación tras sufrir dos averías y tres transbordos obligados

Una odisea. Así calificaron los pasajeros que ayer llegaron a la estación de Guixar después de 25 horas de viaje en tren desde Barcelona, tres de ellas sin calefacción a altas horas de la madrugada.  El tren hotel salió a las 19.30 horas del lunes y tenía prevista su llegada a las 11.30 horas, pero dos averías en el tendido eléctrico, la primera a las 3.30 de la madrugada en Palencia, retrasó su llegada ocho horas. Los otros dos transbordos fueron en León y Ourense, cuando hubo que esperar a un maquinista desde Madrid.
Con los familiares esperando impacientes en el andén, faltaban quince minutos para las 21 horas, cuando el convoy procedente de  Madrid hizo su entrada. En él iban un centenar de vigueses, que después de tres transbordos, conseguían completar una auténtica odisea. “Lo peor es la falta de información; nadie nos explicaba nada; en el 902 nos llegaron a decir que el tren ya había llegado a las 11.30 horas”. T.F.R. esperaba la llegada de su hijo Pedro. Llevaba varias horas sin tener noticias “se le habrá acabado la batería”, supuso.
Muchos se quejaban del trato recibido, pese a que fuentes de Adif aseguraron que se les facilitaron mantas y bebidas calientes. “Por la tarde nos dieron unas magdalenas y un zumo, como hubo muchas protestas, por lo que reaccionaron dándoles un bocadillo de mortadela”, cuenta Aída, que acudía a Guixar para recoger a su hijo Roberto procedente de Zaragoza.
Desde Baiona la familia Marcote esperaba la llegada de su hijo Luis Miguel Valero que viajaba acompañado de su perra Kía desde Barcelona. Su mujer salió más tarde en avión y llevaba doce horas en destino: “No le gusta volar y además el trato a los animales es mucho peor, pero tendrá que plantearse superarlo”.
Irene, malabarista de profesión, perdió un día de trabajo, ya que tenía que estar ayer por la tarde en Pontevedra. Después de una pesadilla de viaje, “lo único que quiero es descansar”. Antes de salir hacia sus casas, muchos de los afectados pasaron por la ventanilla de información. Las reclamaciones recibirán el reintegro total de billete y dos viajes gratis en 2015.n

Te puede interesar