La familia de la víctima, que falleció tras el accidente en Punta Lagoa, percibe 185.000 euros
Jesús Villar, el patrón acusado de homicidio por imprudencia grave, tras causar la muerte a un bañista en una cala de A Lagoa, en Teis al embestirlo accidentalmente con su embarcación, aceptó ayer la pena de 6 meses de prisión, que se sustituyen por 6 meses de trabajos en favor de la comunidad y más una indemnización de 185.000 euros a la familia de la victima de aquel accidente, ocurrido en julio de 2014.
Los letrados de ambas partes llegaron a un acuerdo previo este jueves, antes de la vista que iba a celebrarse en el juzgado de lo Penal número 1 de Vigo, de manera que no ha llegado a celebrarse el juicio contra Jesús Villar, al que se ha aplicado la atenuante de reparación del daño.
La condena impuesta y aceptada por Villar por un delito de homicidio por imprudencia grave rebaja considerablemente la pena ya que la Fiscalía pedía inicialmente 3 años de cárcel. Sin embargo se le aplicó la atenuante de reparación de daño. La reducción aplicada, en virtud del acuerdo de las partes fue posible al dar Mapfre, aseguradora de la embarcación, su conformidad a la indemnización que percibirá la familia establecida en 185.000 euros, de los que Maphre abonará 175.000 euros y el acusado otros 10.000 en plazos de 300 euros mensuales.
El abogado de la defensa, Guillermo Presas, señaló que el acuerdo es favorable para ambas partes y que el acusado reconoce su responsabilidad. “El juicio siempre fue concebido como un accidente ya que en ningún momento nadie se planteó que fuese un hecho doloso sino imprudente. Distinto es que la imprudencia sea grave o menos grave y las consecuencias de esa imprudencia desde el punto de vista penal”, aclaró.
Los hechos se remontan al 3 de julio de 2014, cuando el acusado salió en su barco del puerto deportivo de Punta Lagoa, en Teis y se adentró en una zona de baño , sesgun el ministerio fiscal, "sin tomar precauciones ni aminorar la velocidad "y sin percatarse de la presencia de un bañista, Marcos C.C., al que arrolló, pese a los gritos de alerta de otros bañistas y de la víctima. El fallecido estaba varios metros de la orilla, entre la Cala do Faro y la Peña do Cabrón, cuando fue golpeado por el barco. El impacto provocó su la muerte por traumatismo craneoencefálico.
