Los dos presuntos cabecillas quedan libres pero no podrán acercarse a la zona de A Ramallosa
La Guardia Civil dio ayer por “descabezada” una “peligrosa banda criminal y muy violenta” con la detención de doce jóvenes, once hombres, (tres de ellos menores) y una mujer, dentro de la denominada “Operación Chukis”. En una convocatoria ante los medios, el coronel de la Guardia Civil en Pontevedra, Miguel Estévez Lara, destacó que los miembros del grupo son de diferentes nacionalidades y gran parte de ellos de origen sudamericano. En este sentido, consideró que estos jóvenes trataban de emular en su comportamiento delictivo a las bandas latinas que operan en Sudamérica.
El subdelegado del Gobierno, Antonio Coello, añadió que se trata de la primera banda delictiva de estas características que se detecta en la provincia de Pontevedra y a la que se relacionaría con casi un centenar de incidentes registrados en el Val Miñor durante el último año. Entre los delitos por los que se les investiga se encuentra la presunta pertenencia a banda criminal y en algunos casos lesiones, daños en el patrimonio, robos con violencia, hurtos, resistencia a la autoridad y desobediencia grave.
Todos los arrestados quedaron libres con cargos el mismo día de la detención, a excepción de Helison L.S.M, de origen brasileño, y Néstor Javier R.C., español de origen boliviano, de 20 y 18 años respectivamente, quienes ayer fueron trasladados ante el juzgado de Instrucción número 5 de Vigo. La Guardia Civil les considera presuntos cabecillas de la banda que lleva el mismo nombre con el que se ha bautizado la operación, “Chukis”. Tras prestar declaración ante la jueza quedaron en libertad con la prohibición de acercarse a menos de 500 metros de la discoteca “Ramallosa 2000”, en Nigrán.
Según el coronel de la Guardia Civil, aunque todos los miembros vivían en Vigo se desplazaban con frecuencia a otras zonas del sur de la provincia, principalmente a las inmediaciones de la citada discoteca, aunque también en Tui, donde protagonizaban “peleas, enfrentamientos y agresiones tanto físicas como verbales”. Durante la investigación, a través de la vigilancia de móviles y redes sociales, se comprobó, que los jóvenes salían de casa “desmadrados” y cometían numerosos actos violentos.n
