José Manuel Costas se sienta hoy de nuevo en el banquillo en lo que será su primer juicio tras su fuga de dos años.
Junto a él se sientan once empleados de banca que tendrán que responder por presuntas irregularidades en los movimientos realizados y apertura de cuentas en lo que es el último coletazo de la macrocausa de fraude mediante facturas falsas. Al llegar a los juzgados, Costas ha bromeado con la cantidad de cámaras que le esperaban. “Hay que organizarse para la foto”.