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El santuario de Muxía recupera en este mes su imagen original

Los encargados del proyecto explican los detalles de la restauración a un grupo de periodistas.
photo_camera Los encargados del proyecto explican los detalles de la restauración a un grupo de periodistas.

La romería de A Virxe da Barca se celebra el domingo, con el templo en proceso de restauración

n n n  El Santuario de A Virxe de A Barca en Muxía (A Coruña), destruido en un incendio en diciembre de 2013, recuperará a finales de mes su imagen exterior original con la restauración completa de la cubierta si las condiciones meteorológicas acompañan los trabajos finales.
En el interior del templo, estas labores avanzan en detalle en la bóveda, los retablos o la sacristía tras los andamios que se levantan hasta siete metros, estructuras que todavía rodearán la parte exterior de la iglesia el próximo domingo, cuando se celebre la romería de A Virxe da Barca en este recinto, al que tradicionalmente acuden cientos de turistas y devotos. "Tenemos que dejar cerrada toda la obra con condiciones de seguridad porque ese día aquí va a haber miles de personas, pero la imagen que van a ver es el santuario cubierto de andamios", explicó ayer Carmen García, arquitecta que junto a Carmen Rey forma el estudio K2C encargado de ejecutar el proyecto.
La Iglesia ha impulsado estas obras, en colaboración con la Xunta y el Ayuntamiento de Muxía, cuya ejecución financia el Arzobispado compostelano con un presupuesto de 757.197,29 euros, que comenzaron el pasado junio con un plazo de ejecución de seis meses.
A finales de año, cuando se cumpla el aniversario del incendio del santuario originado por la caída de un rayo, está previsto que finalicen por completo las obras de restauración y se abra al público, que no obstante podrá comprobar a principios de octubre ya sin andamios, en una jornada de puertas abiertas, cómo avanzan los trabajos y cómo se han realizado, detalla la arquitecta.

cubierta de andamios
En el interior se están terminando los revoques y se está interviniendo en la bóveda y las paredes, por lo que la iglesia permanece cubierta de andamios que se retirarán en unas semanas para empezar con los retablos, cuatro en el crucero y dos en la nave principal, que no ardieron pero que se vieron afectados por el humo, que dañó la policromía. El único retablo que se quemó y ya es irrecuperable es el mayor, por lo que será más adelante cuando el Arzobispado decida qué hacer en esa parte del presbiterio, detalla Carmen García.
Paralelamente se trabaja con los púlpitos, la tribuna y los ángeles, cada uno de ellos según un criterio de restauración, pues en alguno se intentará recuperar la policromía y en otros se intentará poner en valor lo que ya hay. Toda la parte de madera está ya colocada en la cubierta y la sacristía, destruida por el fuego, y se está empezando a hacer lo mismo con la pizarra, por lo que la arquitecta prevé que a finales de mes, si el tiempo acompaña, estará terminada la cubierta y tan sólo faltarían por colocar las nuevas puertas, en proceso de fabricación, para completar la imagen exterior del templo. "A final de mes, exteriormente, se verá la imagen original del santuario", enfatiza la arquitecta.
Además, se espera iniciar a finales de mes las labores más en detalle sobre el mobiliario interior cuando todo esté más limpio con la restauración de bienes muebles y de la sacristía, que "es realmente la parte que se quemó, y rehacerla de nuevo".
El santuario tiene una planta de cruz latina de 33 por 19 metros en el crucero, y aunque el primer escrito que hace referencia a la edificación data del año 1544, su antigüedad se remonta a los siglos XI y XII. Una veintena de personas trabaja en unas obras que según el Arzobispado se están realizando "en tiempo y forma y se están llevando a cabo con mucho rigor".n

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