La irrupción de la avispa asiática en Galicia ha hecho saltar las alarmas entre los colectivos medio ambientales
nnnDulce por antonomasia, el mundo de la apicultura, que ha vivido un resurgir en Galicia aguijoneado por la búsqueda hacia el emprendimiento que la crisis ha hecho surgir, ha topado ahora con un nuevo enemigo, un invasor tropical para quien el verde país de los mil ríos ha representado una inesperada oportunidad de establecerse y colonizar. La batalla, cruenta y desigual, da cuenta de la lógica imperante en la naturaleza: la justicia, como la entiende el hombre contemporáneo, no existe, y sólo el más fuerte sobrevive. La salvedad: en este caso la Vespa Velutina, nombre bajo el que se cobija la mediáticamente conocida como 'avispa asiática', es realmente más grande y más fuerte que sus contrincantes, quienes, además, libran una batalla para la que no han sido preparados, y para la que no velan armas, pues no las poseen.
La Velutina hizo su aparición en Francia en el año de 2004, tras llegar vía marítima al continente procedente del sureste asiático. A pesar de la proximidad entre ambos países, no es sino hasta 2010 cuando se reporta su presencia en España, en concreto en la zona norte de la península. En los últimos meses, su presencia en la comunidad de Galicia ha hecho saltar todas las alarmas.
Pese a no representar de un modo directo un peligro para la población humana, sus hábitos de depredación dentro del conjunto autóctono de insectos, de un modo muy específico en lo concerniente a las abejas, hacen que se tenga presente ante las consecuencias que su accionar es capaz de generar.
Se busca
Las autoridades han colgado el cartel de alarma: se busca especie diurna de avispa, fácil de confundir con las autóctonas; de ciclo biológico anual con una alta tasa de actividad y ataques a las colmenas de abejas durante el verano; hibernación durante el invierno, y vuelta a comenzar el ciclo al llegar la primavera. La recompensa: ser capaces salvar las colmenas ya existentes y evitar que la especie invasora logre, además, un desequilibrio ecológico ante un hábitat que no se encuentra preparado.
Profesionales y autoridades reclaman una serie de actuaciones ante la amenaza de la Vespa Velutina. La vigilancia, activa y pasiva, se encuentra como es de esperar en el primer peldaño. La distribución de información referente a la avispa, efectos y control, es un segundo paso lógico a tomar. Se recomienda, además, un plan de capturas que contribuya a su control, pero que adicionalmente permita entender mejor el comportamiento de la especie, sus patrones de movimiento y evolución sobre el terreno; su geolocalización para poder hacer un mapeo de su distribución, generando así una clasificación de zonas de riesgo.
Todo ello permitirá afinar mejor los protocolos de acción contra una especie cuyos daños pueden ser terribles no sólo para una economía que emerge sino para una ecología en delicado equilibrio que precisa de todos nuestros esfuerzos para preservarse adecuadamente.n
