La salud mental, un reto que se vuelve difícil con la edad

La soledad no deseada o el aislamiento amenazan la salud mental de los mayores.
photo_camera La soledad no deseada o el aislamiento amenazan la salud mental de los mayores.
Los expertos recomiendan a los mayores tomar “cafés en compañía” para estar menos deprimidos

La soledad no deseada, el aislamiento, el edadismo y el deterioro físico y cognitivo inherente al envejecimiento amenazan la salud mental de nuestros mayores que, además, de momento no toman la iniciativa de buscar ayuda terapéutica, pero reciben a cambio un exceso de psicofármacos.

Hasta ahora, la salud mental de los mayores ha sido un terreno desconocido incluso para la Medicina, admite el psicólogo especialista en Psicología Clínica Gabriel Ródenas; pero ante una esperanza de vida cada vez más larga, es momento de estudiar más a fondo las necesidades específicas de esta etapa “tan sensible” en la que ahora mismo viven más 9 millones de personas en España.

Lo primero que quiere aclarar Carmen Rodríguez Blázquez, investigadora del Centro Nacional de Epidemiología (CNE) y miembro de la Sociedad Española de Epidemiología (SEE), es que no es un grupo homogéneo: ni estamos igual a los 65 que a los 80, ni todos llevamos la misma mochila.

De cualquier modo, está convencida de que esta población es la más resiliente ante las adversidades, un bagaje que les sirve de escudo protector mental, lo que no quiere decir que sean inmunes. “Envejecer -asegura- es un éxito, pero necesitamos vivir cada vez mejor”. Y eso sin salud mental es imposible.

El 4,1% de la población tiene depresión, pero la frecuencia crece progresivamente con la edad hasta alcanzar al 12% de las mujeres y al 5% de los hombres de 75 a 84 años, según Sanidad. Junto con la ansiedad, la depresión es el trastorno más común, además de las demencias asociadas a la salud mental: la última Encuesta Europea de Salud disponible, de 2020, contabiliza más de 403.000 personas de más de 65 (el 4,5%) con cuadros depresivos mayores y casi 446.000, de otro tipo (5%).

La mayor tasa de suicidios

Las prevalencias van escalando progresivamente (del 3,2% en la franja 65-74, al 4,68% en la de 75 a 84 y al 8,2% en la de más de 85) y dejando muchas diferencias por sexos: mientras en ellos fue de entre el 2,2% y 3,2%, en las mujeres se disparó al 6,3%. En los suicidios, que también alcanzan su pico en la senectud, ocurre lo contrario: las mayores tasas en 2022 se dieron, según el INE, en las franjas 85-89 y 90-94 años, que rozan los 20 casos/100.000 habitantes (frente al 7,6 general), pero la cifra de hombres llega a ser casi ocho veces superior a la de las mujeres.

“Nos queda mucho que aprender y hay que cambiar de mentalidad y dejar de asociar el envejecimiento a problema”, prosigue Rodríguez; para erradicar los comportamientos discriminatorios por edad, son necesarias legislación, formación y sensibilización, incluso de los profesionales, pero también fomentar las relaciones intergeneracionales.

El bienestar mental pasa también por dejar a los mayores, subraya la especialista en envejecimiento y calidad de vida, “el mayor tiempo posible en su sitio, en su vecindario, con su gente conocida y su tendero de la esquina”.

“Lo único que nos va a salvar de la soledad son las personas”, enfatiza Nel González Zapico, presidente de la Confederación Salud Mental España. “Tener un perrito o un gatito es terapéutico”, pero lo que es primordial es “con quién te tomas un café. Y si es fuera de casa, todavía mejor”.

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