Galicia

Liberan a una mujer que fue comprada para ser prostituida

La Policía Nacional detuvo a cuatro personas en la operación, entre ellas a un ourensano

n n n Una mujer de Nigeria fue liberada en Ourense por agentes del Cuerpo Nacional de Policía después de caer en las manos de una red de  trata de seres humanos con fines de explotación sexual, que la obligaron a pasar una odisea más típica de una película de Hollywood que de la realidad ourensana.
Los agentes, según dio a conocer la Dirección General de la Policía, detuvieron a cuatro personas, entre los que está un funcionario del Concello ourensano. Este detenido, según pudo saber este periódico, facilitó el empadronamiento de la mujer  en Ourense teniéndola en  su domicilio después de que se lo pidiera una vecina suya. 
El trabajador declaró durante toda la mañana en la Comisaría, quedando posteriormente en libertad como investigado en la trama. Las otras tres detenciones fueron practicadas en dos en Sevilla y una en Bilbao.
La operación ya se llevó a cabo el pasado mes de febrero aunque no fue dada a conocer hasta ayer por el Cuerpo Nacional de Policía desde Madrid. La mujer liberada recorrió durante tres años 12.000 kilometros hasta llegar a Ourense, donde la organización la obligó a ejercer la prostitución en el club Eden situado en  la calle Pelayo, en el casco viejo de la ciudad ourensana. El local está en la actualidad cerrado al fallecer recientemente su dueño.

RITO DE VUDÚ
La mujer liberada llevaba en la ciudad más de año y medio y tuvo que prostituirse al reclamarla la organización bajo amenazas graves, según informó la policía, el pago de una deuda de 30.000 euros. Además de las amenazas, la tenían coaccionada con los  efectos negativos de los rituales del vudú, que estuvieron presentes en su vida desde que fue captada en su país de origen.
De hecho, los agentes policiales durante la operación contra la red registraron dos domicilios en la localidad de Camas, próxima a Sevilla, en los que intervinieron documentación contable sobre la explotación sexual de mujeres y numerosos efectos para la práctica del vudú, además de varios terminales móviles y dispositivos electrónicos de almacenamiento de datos. 
Una vez cerrado el club Eden, la mujer llegó también a prostituirse en la comarca de A Limia en Ourense. n

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