Ángeles Vázquez llama al sector a realizar aportaciones para enriquecer el borrador del proyecto
n n n La conselleira de Medio Rural, Ángeles Vázquez, presentó ayer un plan de reforma de la política forestal en el que diversos actores pidieron consenso, pero discreparon sobre la gestión y sobre el tiempo de duración. La reunión del Consejo Forestal de Galicia fue convocada en Santiago de Compostela en la sede del Consello Económico y Social, una organismo asesor de la Xunta, para estudiar las reformas propuestas por el Gobierno autonómico.
Vázquez expresó a un grupo de periodistas, antes del inicio de la reunión, su deseo de que el texto, el primer borrador presentado que incluye "directrices" para "revisar el plan", sea "enriquecido con aportaciones de todo el sector que está presente". La conselleira sugirió la necesidad de medidas de "certificación" medioambiental, atendiendo a que el sector forestal es "el mayor fijador de carbono", y favoreciendo una gestión "sostenible" con "una producción responsable y un consumo responsable".
Asimismo, indicó que el proyecto prevé "ordenar mejor" el ámbito forestal con 19 distritos en los que cada uno "tenga su propio plan de ordenación", expresó su esperanza de lograr un compromiso en el primer trimestre de 2018 y señaló que el objetivo es alcanzar un pacto para los próximos "20 años".
Por su parte, el secretario general de la patronal Asefoga, Jacobo Feijoo, también abogó por un "consenso", pero indicó a un grupo de periodistas que es necesario más tiempo para lograr un compromiso con sectores políticos y sociales, incluidos grupos ecologistas y sindicatos agrarios, con el fin de alcanzar un pacto para los próximos "30 años". Feijoo dijo que si el anterior plan fracasó fue porque "había una serie de objetivos no se lograron por falta de ese consenso justamente".
En su opinión, la propuesta inicial "parece bien para empezar a discutir" pero "hay detalles a pulir", especialmente en materia de gestión de la masa forestal. Así, apuntó que la "frondosas caducifolias", que incluyen el castaño, el nogal o el roble, "ocupan una gran porción del territorio pero generan muy poco valor añadido" y opinó en ello "tenemos una gran posibilidad", comentó.
Además, el representante de Asegora indicó que hay posibilidades de "duplicar la producción forestal sin necesidad de aumentar la superficies de plantación", de manera que las empresas del sector "pueden ser mucho más intensivas sosteniblemente y generar mucha más madera y riqueza sin necesidad de aumentar la superficie forestal", lo que representa "un gran reto" .
falta de participación
Más crítico fue un representante de la asociación Alianza Rural Galega, Xosé Alfredo Pereira, quien consideró que el plan presentado "puede ser legal pero no es democrático", al cuestionar también la falta de participación de otros sectores sociales. La citada Alianza, que incluye a la asociación de agricultores y ganaderos Fruga, la ecologista Adega y el sindicato CIG, reclama también un consenso pero con la implicación de "la gente que vive, trabaja o gestiona" el ámbito rural, comentó Pereira.
"Estamos hablando de una estrategia a 40 años", enfatizó, y añadió que para las comunidades de montes, integradas por propietarios privados, el plan de la Xunta es "totalmente negativo" porque supone que "desaparezcan como tales" y que sus terrenos "pasen a ser gestionados por empresas privadas". n
