La ría de Aldán fue escenario de unas maniobras conjuntas de la Guardia Civil del Mar y de la Guardia Nacional Republicana de Portugal.
Las prácticas se centraron en el salvamento marítimo, con el lanzamiento de bengalas, botes de humo, cohetes con luz y paracaídas así como el lanzamiento de la balsa de supervivencia.. Además, y como complemento de estas maniobras, los agentes de ambos cuerpos de seguridad llevaron a cabo varios controles en embarcaciones deportivas que se encontraban navegando por aguas de esta ría. Los controles tenían como objetivo comprobar si las embarcaciones tenían en regla toda la documentación así como las medidas de seguridad obligatorias en cada caso.
Este tipo de actuaciones permiten un trabajo más coordinado entre el Servicio Marítimo de la Guardia Civil, con base en el puerto de Marín, y la Unidade de Controlo Costeiro de la GNR portuguesa, que tiene su base en la localidad de Matosinhos, muy cerca de la ciudad de Oporto.
