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El acusado del crimen de Arbo niega la autoría del asesinato

Comuneros de Valladares, saliendo del juicio en Vigo, suspendido hasta febrero.
photo_camera Comuneros de Valladares, saliendo del juicio en Vigo, suspendido hasta febrero.

El fiscal dice que hizo de "cazador" tras  seguir "una presa", su anterior novia, con la actual pareja, a la que mató en un coche

nnn Arturo Domínguez Sebastía, acusado de haber matado a tiros a su expareja y al novio de ésta, en julio de 2015 en un monte de Arbo, negó haber cometido los asesinatos y alegó que, a la hora que los mataron él estaba "en Portugal" y después se fue "a casa". "Llevo 27 meses en prisión y no sé por qué", aseguró el acusado en la primera jornada del juicio con jurado popular que contra él se celebra en la Audiencia. El fiscal solicita 46 años de cárcel, ya que, según ha argumentado, tras seguir a la pareja hasta una zona apartada y, aprovechando un momento de intimidad, les disparó a bocajarro en la cabeza con una escopeta sin que ninguno de ellos tuviese posibilidad de defenderse. El crimen, según el fiscal, "fue por celos" al no aceptar el acusado que, seis meses después de la ruptura con su novia, ésta hubiese iniciado otra relació.
Arturo Domínguez, sin embargo, afirmó que no es "una persona celosa ni agresiva", si bien reconoció haber protagonizado incidentes previos con dos supuestos pretendientes de Beatriz, a quien seguía a escondidas para saber si le estaba "engañando" y que llegó a grabarla en vídeo en compañía de terceras personas. A pesar de que la relación estaba rota, contó, seguían viéndose "de forma habitual", según su relato, en el cual también ha sostenido que la víctima seguía dándole esperanzas de que iban a retomar la relación, por lo que "tenía que luchar para estar con ella". El acusado garantizó que no perdió de vista su teléfono móvil y que nunca tuvo el teléfono de Beatriz desde que se separaron.
Según la Fiscalía, una antena de telefonía sitúa ambos teléfonos juntos, primero en el lugar del crimen y después -ya fallecidos- en la casa del acusado. Para resolver esta cuestión, dijo el fiscal Juan Sagredo que hay una prueba "fundamental" que sería poder acceder al terminal del acusado pero éste, al igual que durante la fase de instrucción, se ha negado a facilitar el código de desbloqueo -que no se puede conseguir por vía policial ni judicial- porque alega que no se acuerda de los números. 
"Si es verdad que no estaba allí, en dos o tres días se hubiera retirado la acusación", explicó el fiscal, que sospecha que no quiere facilitar el código porque eso "le incriminaría objetivamente". Las antenas de repetición "determinan que estaba donde se mató a Beatriz y a Sergio", asegura Sagredo, algo que demostraría el GPS del terminal. El fiscal tiene claro que, "como buen cazador", Arturo Domínguez "hizo un seguimiento de su presa, sabía a dónde iban, esperó el momento y les mató", después de verles mantener relaciones sexuales tras lo cual se llevó el móvil de la víctima para urdir una coartada.
La defensa de Arturo Domínguez solicita la libre absolución de su cliente, al entender que "no hay pruebas. "Solo hay pruebas de que él no lo hizo", dijo su abogado. 

Aplazado el juicio contra cuatro comuneros de Valladares

 El juicio que se iba a celebrar en la Audiencia de Vigo contra cuatro miembros de la Comunidad de Montes de Valladares por colocar obstáculos en caminos forestales e incapacitar a un ciclista ha quedado aplazado hasta febrero. El motivo de este aplazamiento es la incomparecencia, por motivos de salud, de un abogado de una de las partes. Por ello, la vista no se ha podido celebrar como estaba previsto, y se ha trasladado a la semana del 26 de febrero.
Según la Fiscalía, debido a que el elevado número de ciclistas de `mountain bike` que transitaban por los terrenos de la comunidad de montes estaba "causando molestias" a alguno de los comuneros, el vicepresidente de la entidad, J.C.A, "ordenó" a una cuadrilla de trabajadores "la colocación de obstáculos" en los caminos. Así, el 4 de septiembre de 2014, "con el propósito de impedir o cuando menos dificultar la práctica" de los ciclistas, la cuadrilla compuesta por A.V., R.P.y M.G.V., cortó en la zona de Cubiles árboles que dejaron a medio talar y en Freixo colocó "varias grandes piedras que resultaban obstáculos imprevisibles". Fruto de ello, el ciclista D.G.V. se vio sorprendido por una piedra cuando realizaba un salto, Precisó su ingreso hospitalario y le quedó una paraplejia completa. El fiscal acusa a los cuatro hombres de lesiones por imprudencia grave y pide para cada uno dos años y medio y indemnicen en 830.000 euros.

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