El Intecmar detecta un descenso de las células que producen toxicidad pero el 90% de las bateas siguen cerradas
nnn Si la 'marea roja' persiste los mercados podrían quedar desabastecidos de mejillón gallego en 10 días. Los bateeiros sólo garantizan producto hasta entonces y eso en el mejor de los casos, si no se producen más cierres.
Ayer la situación de las bateas seguía siendo crítica, con más de un 90% de los polígonos cerrados, si bien el Intecmar está detectando un descenso de las células tóxicas y a última hora notificaba la apertura de un polígono en la Ría de Arousa. "Si va a aparejado a una bajada de toxicidad en el mejillón, habría buenas noticias", indicó ayer la conselleira do Mar, Rosa Quintana, en una visita a Vigo.
El sector admite una situación "muy complicada, un duro golpe", pero recuerda que se trata de un fenómeno natural y que el producto que hay en los mercados "se puede consumir con toda garantía", explica el presidente de la Asociación de Mexilloneiros Virxe do Rosario de Vilaxoán, Javier Blanco, en declaraciones a Europa Press.
También el Consello Regulador de Mexillón de Galicia recuerda que los análisis que se realizan "son diarios para que llegue a la venta por los cauces legales y en condiciones óptimas para su consumo", indica Ángeles Longa, responsable del departamento de I+D, que explica que tuvieron que suspender la campaña de promoción que se anunció para principios del mes de agosto.
Los bateeiros aseguran que por el momento no han detectado que el producto haya sido sustituido por mejillón foráneo porque el de Galicia "sigue siendo referente" y así lo constata también la patronal conservera, Anfaco, que asegura que apuestan por el producto autóctono.
Aunque ambas voces coinciden en señalar que las mareas rojas constituyen un "proceso natural", abogan por que se analice el hecho de que cada vez haya "más toxina" para estudiar si hay otros factores que influyan en ello. "Queremos que se valore esta posibilidad", sostiene Blanco, consciente de que los vientos del sur predominantes que entran en las rías provocan un aumento de la toxina. En esta línea también se pronunció Ángeles Longa Portabales, quien considera el episodio actual una "incidencia anormal" y reclama que "junto con el sector se estudien estos procesos para todos juntos buscar soluciones". "Se observa que cada vez hay mareas rojas que permanecen más tiempo y que afectan a más zonas y a más especies", explica.
Y es que en los últimos días la toxina empezó a afectar no sólo a los viveros flotantes de mejillón sino también a los cultivos infaunales como almeja, berberecho o navaja.
El cierre de las bateas de mejillón (a la ostra por el momento no está afectando) llega en el peor momento ya que es cuando el bivalvo está en las condiciones más óptimas y cuando la industria conservera está a pleno rendimiento, comprando producto para abastecer los mercados en los próximos meses.
Ayer estaban abiertos sólo seis polígonos en toda Galicia (hay medio centenar), dos en la Ría de Betanzos (en Sada), tres en la de Vigo (en Redondela) y uno en la de Arousa (en Vilagarcía). n
