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Las claves del clásico

Messi fue el gran protagonista del último clásico con sus dos goles.
photo_camera Messi fue el gran protagonista del último clásico con sus dos goles.

Messi y Ter Stegen lideraron el triunfo del Barça frente a un Madrid en el que falló Zidane

Más allá del enorme partido de Leo Messi, el máximo goleador de la historia de los clásicos, autor del gol 500 con la camiseta del Barça, otros cuatro factores más fueron determinantes en la victoria de los azulgranas el pasado domingo en el Bernabéu que les alarga su vida en la Liga.

1. Messi
Él fue la clave del partido. Autor de dos de los tres goles de su equipo. Su actuación fue soberbia, desequilibró en el uno contra uno y se reencontró consigo mismo después de su dubitativa actuación en la eliminatoria ante la Juventus. Llevaba tres años sin marcar al Madrid y silenció el Bernabéu con un gol en la última acción del partido, su tanto 500 desde que llegó al Barça. Su imagen mostrando la camiseta azulgrana con el diez a la grada del estadio madridista es de las más icónicas de la historia.

2. La solvencia de Ter Stegen
Si Messi fue el desequilibro, Marc André Ter Stegen fue quien aguantó con sus paradas al equipo cuando el Madrid apretó más. Estuvo magnífico en el uno contra uno, perfecto de reflejos y en las acciones con el pie.

3. La cabeza de Busquets
Ausente en el 3-0 en Turín, recuperado en la vuelta e imperial en el triunfo en el Bernabéu. El cinco del Barça es uno de los jugadores fundamentales para cualquier entrenador. Sacó el balón con criterio, armó a su equipo desde atrás y fue quien dirigió las operaciones en la recuperación. Sin él no se entiende el actual Barça.

4. La perseverancia de Sergi Roberto
La perseverancia de Sergi Roberto, un fino centrocampista reconvertido en lateral derecho hace unas temporadas, le dio medio gol al Barcelona. Sergi Roberto olió la sangre en el minuto 91 y en una carrera magnífica permitió a Messi concretar el 2-3.

5. El momento Rakitic
En una temporada muy complicada para él, el zapatazo con la izquierda de Ivan Rakitic le reivindica. Ha perdido peso específico en el equipo, no ha jugado durante unas cuantas jornadas, se rumoreaba u venta en el mercado invernal, pero a la hora de la verdad apareció. Puso el 1-2 y empezó a cimentar la victoria de su equipo.

6. Las decisiones de Bale y Zidane
La ilusión que tenía Bale por jugar el clásico es la misma, al menos, que tenían Isco Alarcón y Marco Asensio. Fue el argumento al que se agarró Zidane para justificar la titularidad del galés, obstinado en convertir en intocable a la BBC y el dibujo 4-3-3, cuando quedó demostrado que su jugador, aunque le dijese lo contrario, no estaba en condiciones físicas para soportar un duelo de tan alta intensidad.

7. Falta de oficio
Habría sido una amarilla que bien podría valer una Liga. Marcelo decidió no hacer falta en el arranque de orgullo de la última jugada de Sergi Roberto que acabó en el gol del triunfo de Messi. Se equivocó por no frenar la acción cuando se pudo y el Real Madrid también por no darse por satisfecho con el empate jugando en inferioridad por la expulsión de Sergio Ramos.

8. Derrota táctica
Encontró el técnico azulgrana la zona muerta entre las líneas madridistas. La presencia de Busquets más adelantado, la de Messi más retrasado para la superioridad en la medular, la banda derecha entera para Dani Carvajal que era atacado por dos rivales, eran las claves tácticas del duelo. Luis Enrique retocó su sistema para frenar a los laterales madridistas y a Zidane le faltaron recursos tácticos para cambiar el partido. n

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