De canterano a canterano

Jorge Otero conduce el balón en su etapa con la selección española de fútbol.
photo_camera Jorge Otero conduce el balón en su etapa con la selección española de fútbol.

Jorge Otero, mundialista en 1994, reconoce que "poder disputar un Mundial es complicado"

Jorge Otero disputó el Mundial de 1994, el que pasó a la particular historia negra de España por el codazo de Tassotti a Luis Enrique en el partido de cuartos de final que dejó al combinado de Javier Clemente en la cuneta. "Siempre me lo recuerdan. Está bien que se acuerden de uno, pero hubo mucho más que aquel codazo", reconoce Jorge Otero. 
El ahora entrenador del Rápido de Bouzas explica que tener la oportunidad de disputar una Copa del Mundo es algo realmente complicado. La estadística lo avala porque "desde el mío, no hubo otro canterano del Celta hasta Iago Aspas y de eso ya pasaron muchos años, lo que indica la dificultad. Ahora ya es él último canterano y se lo merece por el trabajo y por lo que está haciendo en el Celta. Es un jugador muy determinante, que puede demostrar mucho en la selección porque tiene mucho fútbol dentro". 
El técnico y exmundialista apostaría por el moañés para el equipo titular debido a su estilo de juego y a su capacidad de asociación con otros jugadores de la selección española. No obstante, tras los dos goles de Diego Costa ante Portugal, reconoce que esto es realmente dificultoso. "Se adapta bien al perfil de España porque tiene toque y juega bien al espacio. Lo que es cierto es que después del partido de Diego Costa, es complicado sacarlo. Pero estoy convencido de que, en cuanto adquiera el tono, va a ser un jugador difícil de sacar de la selección", argumenta el de Nigrán. 
España se mide esta tarde ante Irán en el segundo encuentro de la fase de grupos del Mundial. Un duelo en el que, a priori, la formación dirigida por Fernando Hierro es superior, pero Otero no pronóstica un encuentro sencillo por lo visto hasta ahora en Rusia. Además, el conjunto asiático inicia la segunda jornada como líder de grupo tras superar a Marruecos. "Se debe imponer la calidad y los jugadores de España. También es cierto que si se va manteniendo el 0-0, será complicado. Puede aparecer el nerviosismo. Deseo y creo que no deberían tener problemas y, sobre el papel, es superior. Eso sí, cuando tienes que jugar ya es otra historia y todo se iguala". 
De hecho, el técnico recita las dificultades de otros equipos y pone ejemplos. "Pensamos que Alemania no puede perder con México, o que Argentina no puede empatar con Islandia y sí puede hacerlo. El fútbol, en eso, se igualó mucho. Es tremendamente complicado y los trabajadores trabajan muy bien", especifica Otero y añade que, en la actualidad, "es muy difícil sorprender al oponente. El escenario es complicado, todo el mundo se conoce y hay muchos sistemas para ver partidos y estudiar al rival. Estuve viendo el Colombia-Japón y si le ponemos a los asiáticos la camiseta de una selección de renombre, no desentonarían. Es un Mundial igualado y lo que pueden parecer sorpresa, no lo es tanto". 
Jorge Otero formó parte de la selección española en 1994 y lo hizo como titular. Veinticuatro años después analiza y explica que "aquella era muy buena selección, pero pasó como en otros muchos Mundiales hasta que llegó en el que fuimos campeones, que caímos en la maldición de cuartos de final. En ese partido creo que merecimos más, pero la mala fortuna e Italia, que era una de nuestras bestias negras. Nos mandó para casa".
El codazo de Tassotti, no visto por el colegiado Sándor Puhl podría ser hoy en día revisado por el sistema VAR y, probablemente, terminar en pena máxima y, si el lanzador estuviera acertado, en un empate y la prórroga porque aquel encuentro finalizó 2-1. También es cierto que Julio Salinas, delantero del combinado de Clemente, vivió un día nefasto en el remate con errores notables.
Historia particular de la selección española y de un Jorge Otero que admite las novedades fruto del paso del tiempo: "Cambia el fútbol porque son diferentes los sistemas de entrenamiento y los futbolistas. También la selección española es distinta, con otro juego. Luis Aragonés fue el que cambió la manera de jugar, se practica un juego de mucha combinación. Es lo que dio éxitos y creo que ahora se mantiene el modelo".
Lo que sí permanece es el carácter global del evento y su importancia mediática. De hecho, incluso se magnífica. "Un Mundial siempre lo es. Tiene mucha incidencia. Sigue siendo, a nivel deportivo, uno de los eventos más importantes. Es cierto que, con las redes sociales, cambió y las cosas tienen más repercusión. Es el presente, es lo que hay, y hay que adaptarse a ello, aunque yo no soy muy partidario", explica Jorge Otero.
Si al técnico de Nigrán le recuerdan aquel Mundial y el codazo de forma continua, en la actualidad la acción todavía hubiera ganado impacto y contaría con el poder de atracción con cientos de 'memes' con Luis Enrique ensangrentado tras la agresión. Ya pasaron 24 años.n

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