VIGO+11 TROFEO EL CORTE INGLéS

La Vigo+11 se reanima bajo el sol otoñal

Momento de la sadida en la calle Concepción Arenal de los más de 1.100 atletas que tomaron parte en la carrera absoluta de la cita.
photo_camera Momento de la sadida en la calle Concepción Arenal de los más de 1.100 atletas que tomaron parte en la carrera absoluta de la cita.

Solange Pereira y Manuel Hurtado se impusieron ayer en la céntrica carrera popular que reunió a más de 1.200 atletas en medio de un ambiente festivo

En este otoño trasunto de verano durante unas horas, más de un millar de atletas populares –y un puñado de federados– salieron ayer a las calles de Vigo para acometer la IX Carrera Popular Vigo+11 Trofeo El Corte Inglés, que coronó como ganadores a la canguesa Solange Pereira y al lucense Manuel Hurtado. El retorno a manos de la delegación de la Federación Gallega de la organización propició, además, la recuperación de las pruebas previas de menores, que dieron un ambiente festivo a la calurosa matinal en el entorno de la Alameda, lugar de salida y de llegada de todas las carreras.
Había ganas de presenciar la carrera femenina por el puñado de buenas corredoras que se daban cita. Se esperaba a la campeona de España de 1.500 metros Solange Pereira, peleando con la céltica Ester Navarrete, la morracense María Jesús Gestido y la viguesa felizmente retornada a estas alturas Sandra Mosquera. Muy felizmente, porque de hecho fue la atleta del Comesaña la que puso en aprietos el triunfo final de Solange. Ambas protagonizaron  el duelo más brillante de la mañana, que se llevó finalmente la campeona de España haciendo gala de su mejor final pero por sólo diez segundos. Tras este dúo, la esperadas Gestido y Navarrete –esta última iniciando todavía su preparación–. Las comesañenses Sofía Freaza y Soledad Castro entraron a continuación.
En categoría masculina, Manuel Hurtado, ahora con la camiseta de la Sociedad Gimnástica de Pontevedra, no tuvo rival. En los primeros kilómetros, se formó un cuarteto con los otros tres atletas de mayor proyección entre los inscritos, Akka Essaadaoui, Robertas Geralavicius y Daniel Bargiela. Fue el marroquí el que más aguantó cuando el lucense decidió cambiar de ritmo mediada la prueba, pero a la plaza de la Independencia ya llegó en solitario para afrontar los últimos kilómetros con suficiente ventaja. Essaadaoui se subió al segundo peldaño de un podio que completó Bargiela, con Geralavicius cuarto.
Como queda dicho, las pruebas de categorías menores propiciaron que hubiese un gran ambiente  en la Alameda, con algún percance de salida –un inoportuno corte de fluido eléctrico provocó que los arcos de salida se desinflasen justo en el momento de partir la carrera– y de llegada –con cierta carestía de agua en una mañana especialmente calurosa–.
Con todo, la Vigo+11 –con sus 10,6 kilómetros tras un acertado cambio de recorrido que rompió el nudo gordiano que se formaba en la calle Colón– recuperó vigor con respecto a anteriores ocasiones. Prueba de ello fue que algunos vigueses tuvieron que tirar de paciencia o de imaginación para evitar las calles cerradas al tráfico para proteger a los atletas. Un peaje a pagar para la promoción del deporte popular, sinónimo de salud.

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