El pavo rejuvenece y se pone juguetón

Una bonita mañana de invierno, con algo de frío en las zonas de sombra, y cierto calor en los lugares en los que conseguía colarse el sol. La Alameda de Vigo, en plena época de compras navideñas, acogió a cerca de setecientos atletas entre las distintas categorías para vivir una Carreira do Pavo que transita por la edad madura en su 53ª edición, pero ayer vivió una especie de rejuvecimiento con un recorrido nuevo, serpenteante, incluso ratonero. Con kilómetros por rectas planas y un tramo por la retorcida zona baja del casco vello. Un poco de tortura en desniveles y ruptura de la monotonía. 
En este marco se disputó una carrera en la que Akka Essadaoui se marchó a por la victoria desde los primeros metros y la consiguió. Daniel Bargiela entró a quince segundos del ganador y Tariju Novales, un corredor en categoría juvenil, completó el podio para relegar a Elías Domínguez a la cuarta posición. 
La categoría femenina vivió una exhibición de Ester Navarrete en un recorrido que le sentaba como anillo al dedo y en el que aventajó en más de un minuto a Leticia Fernández y la tercera plaza fue para Sara Perez, que superó la media hora de carrera. Sandra Mosquera se quedó a las puertas del podio, pero en una plaza que le permite conquistar el Circuito de Carreiras Populares de Vigo. 
Por detrás de los nombres ilustres, varios centenares de anónimos discretos y alguno que otro llamativo. Estaba el corredor de la peluca de colores, muchos representantes de Papa Noel con gorritos discretos o decorados con lucecitas. Y no faltaron los grupos del mismo club, la mayoría competitivos y se intercambiaban consejos, mientras que uno de ellos que conversaba alegremente a cola del pelotón mientras explicaban con una sonrisa las hazañas de la pista de baile de la noche anterior. 
Los más esforzados y los menos tendrían que sortear las mismas rectas de la rúa Areal y de la Praza de Compostela y también las subidas, bajadas, curvas y contracurvas de la particular excursión que este año inicio el pavo vigués navideño por la zona antigua de la ciudad. Un experimento interesante, que se debe pulir en algún cruce, pero que mete al atleta en el corazón de Vigo, con el atractivo de recorrer calles de historia centenaria.
Antes de que 516 atletas completaran el recorrido de 7.887 metros, la cantera del atletismo también tuvo su particular jornada de exhibición con la disputa de las categorías cadete, alevín, infantil y benjamín. Con distancias adaptadas a cada una de las edades y con la ilusión de todos y cada uno de los participantes. 
En definitiva, una jornada atlética para todas las categorías, todos los gustos, todas las filosofías, algunos disfraces y un pavo, algo juguetón, de recompensa.