Iago Aspas (Moaña, 1987) ha vuelto a disfrutar del fútbol, objetivo con el que regresó al Celta el pasado verano. El moañés se encuentra a gusto con la apuesta de Eduardo Berizzo, agradece tener a Nolito y Orellana como compañeros de tridente y asegura que el Celta cuenta con una de las ocho mejores plantillas de Primera División. Pese a todo, aboga por la cautela y apunta a la permanencia como primer e ineludible objetivo. Una vez alcanzado, dice, tocará soñar con la posibilidad de jugar en Europa y, en su caso, con la opción de vestir algún día la camiseta de la selección española.
El pasado verano regresó al Celta con la intención de volver a disfrutar del fútbol. ¿Lo está consiguiendo?
Sí, estoy disfrutando bastante porque tanto al equipo como a nivel individual las cosas van bastante bien. Necesitaba jugar, era lo que quería, y por eso me marché del Sevilla. Allí se portaron muy bien conmigo, siempre lo he dicho. No tengo ningún pero que poner, todo lo contrario, pero lo que quería era jugar. A mí me encanta el fútbol y disfrutar de él, allí no lo hacía y se me abrió la posibilidad de volver aquí para poder hacerlo.
¿Echaba de menos la adrenalina de los partidos?
Sí. A mí me encanta el fútbol y en Sevilla, por ejemplo, veía todos los partidos de otros equipos. Lo veía todo. Pero luego llegaba el fin de semana y no podía disfrutar del fútbol, de lo que más me gusta, y eso no me llenaba, la verdad. A mí lo que me gusta es jugar, disfrutar en el terreno de juego.
¿Se siente igual de cómodo dentro del equipo después de dos temporadas de ausencia?
Sí, sobre todo a nivel de juego. El estilo de fútbol que hace el Celta me beneficia bastante y eso ayuda muchísimo para que yo siga siendo feliz. Ya lo era a principio de temporada y aunque no jugara tanto como estoy jugando seguiría siendo feliz igual, pero si reúnes todos condicionantes, mejor.
¿Qué le parece el rendimiento que está ofreciendo ese tridente que forma junto a Nolito y Orellana?
Estamos contentos. Es cierto que al principio había que ir acoplándose poco a poco, también al estilo de juego. Me vino bien hacer la pretemporada desde el principio para acoplarme a mis compañeros. A Orellana ya lo conocía, pero jugábamos con otro estilo de juego y otras posiciones. Con Nolito he ido acoplándome entrenamiento a entrenamiento. Él llegó más tarde después de estar con la selección a final de la temporada pasada, pero ya en el primer partido que jugué con él, en el Memorial Quinocho, me dio dos asistencias que me permitieron marcar dos goles.
Los tres son futbolistas a los que le gusta el juego de combinación. Entiendo que así resulta más sencillo.
El estilo del Celta es muy ofensivo y eso hace que tanto Orellana como Nolito, que son los jugadores de banda, sean un poco más puñales, futbolistas agresivos cuando reciben sobre todo cerca del área. A mí, personalmente, me beneficia que sean jugadores que se asocian más por dentro y no el típico extremo puro de banda que va al uno para uno y pone centros.
¿A Nolito lo ve aquí en febrero?
Creo que sí, que por lo menos acabará esta temporada. Yo la verdad es que lo veo muchos años aquí. Está muy contento, muy feliz, pero bueno, no soy la Pitonisa Lola para saberlo. Espero que se quede muchos años aquí, que renueve dentro de poco y siga los máximos años posibles, que será bueno tanto para él como para todo el club.
¿No cree que es un jugador difícil de sustituir, sobre todo en el mercado de enero?
Claro. Hoy en día ya es difícil sustituir a un jugador como Nolito, que ya está adaptado a este estilo de juego, a esta ciudad, a los compañeros, a todo un poco. Y más en el mercado de enero, cuando fichas un poco más a la lotería. Puedes fichar, pero no tanto como en verano, cuando hay más movimiento y más jugadores que pasan de un equipo a otro.
¿Éste es el mejor Celta en el que ha jugado?
Sí, sin duda.
¿Ha notado el salto que dio el equipo en sus dos años de ausencia?
El club ha dado un salto no sólo a nivel de plantilla, sino en muchas otras cosas, bastante elevado.
¿Le resulta más fácil jugar en un equipo así?
Jugar es mucho más fácil cuando hay gente mejor, con más calidad, a tu lado. El pase es mejor, la jugada está mejor enlazada y en lugar de quedarte solo delante del portero una vez en noventa minutos, te quedas tres, que es lo que me pasa a mí que soy delantero.
¿Cree que están cerca del nivel del Celta que jugó seis temporadas consecutivas en Europa?
Hombre, yo era muy pequeño y no lo recuerdo tan bien, pero pienso que hay diferencias todavía, sobre todo porque ellos consiguieron clasificarse para la Champions. Aunque bueno, creo que hoy la Liga de Campeones está más cara que de aquella. Entonces ganó una Liga el Deportivo, la Real Sociedad fue subcampeona perdiendo el título en Vigo al final de todo… Y hoy en día pensar que no gane Barcelona, Real Madrid o el Atlético, que hacía muchos años que no ganaba y lo hizo con muy buen equipo y muchas variantes, es casi imposible, por no quitarle el casi.
Real Madrid, Barcelona y Atlético están por encima del resto. Después estarían Sevilla, Valencia, Villarreal o Athletic y quizás también la Real Sociedad, al menos por presupuesto. ¿Dónde cree que está el Celta?
Por presupuesto, del décimo para abajo seguro. Por nivel de plantilla, creo que estamos entre los ocho mejores. Viendo cómo se han reforzado los equipos, creo que los cinco primeros están un escalón por encima de los demás. Real Madrid, Barça, Atlético, Sevilla y Valencia están por encima de los demás. Luego, pienso que nosotros podemos intentar coger ese segundo vagón, pero es difícil. Primero tenemos que coger esos 40 puntos que nos va a dar mucha tranquilidad y mucho poso no sólo a los jugadores, sino también al club, para poder aspirar a cotas mayores.
El otro día me decía Pichi Lucas en una entrevista que disfrutaba mucho con el Celta, que no veía a ningún equipo en Europa jugar así, pero que no le gustaba nada ese discurso conformista, que le parecía que faltaba ambición y eso llegaba al aficionado.
Nosotros sabemos dónde estamos. Estamos en un club humilde, que está haciendo las cosas bien y lleva cuatro temporadas consecutivas en Primera, que es lo mejor para su viabilidad y su proyecto de cantera. Hay que ser cautos. Cuando consigamos esos 40 puntos, queden jornadas por delante y haya opciones, ahí es donde podremos cambiar el chip y nuestra mentalidad, pero a día de hoy es un poco apresurado decirlo.
Hace tres años les dicen si firman lograr la permanencia en la última jornada y lo hubieran firmado…
Claro, lo hubiera firmado todo el mundo.
Pero hoy no.
Claro que no, porque llevamos esa estabilidad de cuatro años en Primera. Pero le dices a un recién ascendido como el Sporting o al Eibar si lo firman y también lo harían. El Celta está del décimo para abajo, pero es cierto que las cosas se están haciendo muy bien y por eso se aspira a cotas mayores. El estilo de juego está consolidado desde hace varios años y eso hace que todo vaya mejor y que sea mucho más fácil.
En su primera temporada en la máxima categoría, Vicente del Bosque lo incluyó entre los candidatos a debutar con la selección, pero después de dos años con pocos minutos dejó de estar en ese grupo de futbolistas. ¿Considera que todavía puede llegar a ser internacional absoluto o al menos a estar entre los aspirantes?
Es difícil porque llevo dos años sin tener mucha continuidad, sin jugar todo lo que yo quería, pero si el Celta sigue haciendo las cosas bien y sigue estando arriba, para mí será mucho más fácil, sobre todo si estoy jugando y haciendo goles. Pero a día de hoy creo que es un poco apresurado, aunque si seguimos haciendo las cosas bien igual que ha tenido el premio Nolito puedo tenerlo yo u otros compañeros como Jonny o Hugo Mallo, que también están haciendo las cosas muy bien y podrían tener su oportunidad de llegar a la selección.
¿En su caso, lo ve como algo factible para esta temporada?
Hombre, en esta vida no hay nada dicho y todo puede estar por decir, pero por ahora pienso que está un poco lejano.
Tiene 28 años, pero no lleva una carrera muy larga en Primera División. ¿Siente que tiene todavía mucho por hacer?
Sí, me quedan cinco temporadas aquí y espero seguir disfrutándolas en Primera División.n
