celta

Las promesas que se van

García Bayón, responsable de la cantera, junto a Miñambres y Germán Arteta, director de la Fundación.
photo_camera García Bayón, responsable de la cantera, junto a Miñambres y Germán Arteta, director de la Fundación.

La salida de tres canteranos hacia clubes grandes este verano marcan una tendencia al alza

En la última década, el Celta ha llorado la salida forzada –es decir, sin que mediase acuerdo entre clubes como sí sucedió en casos como los de Rodrigo o Denis Suárez- de cinco jóvenes futbolistas formados en su cantera hacia clubes grandes. No es, cuantitativamente, una cifra que asuste, pero en A Madroa existe preocupación porque dos de esos casos son de este verano. Y a ellos, además, se ha unido un tercero causado, éste sí,  por motivos laborales de uno de sus progenitores.
En las últimas semanas, se ha fraguado la marcha del internacional sub-16 Raúl Dacosta al Real Madrid y de Javi Fernández al Atlético de Madrid. El primero es un prometedor extremo nacido en Ourense y que la pasada campaña militó en el equipo cadete A del Celta; el segundo es un central llegado el pasado verano desde el Pabellón ourensano y que jugó en el conjunto alevín B celeste.
A estos dos proyectos de futbolistas se une la situación de Brais Val, jugador forjado durante años en A Madroa y al que la mudanza laboral de su padre ha llevado hasta tierras levantinas. En tal circunstancia, proseguirá su carrera como prometedor centrocampista en las filas del Valencia.
Son tres salidas que marcan la tendencia a incrementar este tipo de movimientos, no deseados por el Celta. Con todo, desde la dirección de A Madroa se valora también que varios futbolistas más han sido tentados por clubes de enjundia pero han preferido seguir con su formación en una cantera que, en los últimos años, ha producido jugadores de primer nivel.
En el pasado reciente, la última década, el club vigués apenas ha tenido que lamentar adioses abruptos de este tipo, pero sí tuvo un puñado de ellos, algunos muy sonados. El primero en cuestión fue Aitor Aspas –primo de Iago y Jonathan–, que en verano de 2007 se fue a la cantera del Valencia. El moañés acabó retornando a Vigo y a la cantera celeste, aunque lo más cercano en el tiempo para los aficionados locales fue su etapa en el Coruxo entre 2013 y 2015.
Un lustro después de este iniciático viaje de Aitor Aspas se produjo el caso de Abel Álvarez. Un delantero cuya salida produjo incluso la presentación de una protesta por parte del Celta ante el Comité Galego de Xustiza Deportiva, que acabó dando la razón al jugador al poner por delante el deseo del niño a los derechos adquiridos por el club celeste en la formación del futbolista. En este caso, entre la entidad celeste y los progenitores existió una disensión sobre la fecha en que fue comunicada la salida del joven delantero.
De ese caso de 2012, la memoria Celta da un salto a tres años después con el caso de otro futbolista de origen africano: Anwar Mediero. En verano de 2015, el futbolista, todavía en edad infantil, decidió dejar A Madroa para seguir su formación en el Barcelona. Y la operación provocó el sonoro enfado del club vigués con el barcelonés, que llevó a la directiva celeste a no acudir al palco en el encuentro liguero de los dos primeros equipos en el Nou Camp. Este verano, han sido Real Madrid y Atlético los que pescaron en A Madroa.n  

Te puede interesar