Las obras de remodelación de las gradas de Río están ocasionando alguna que otra molestia y, en el caso del Celta, amenaza con costarle alguna que otra multa desde la Liga de Fútbol Profesional.
Ayer, concretamente, el problema estuvo en la iluminación, que no llegó al mínimo exigido por la patronal de los clubes, en base al contrato con las televisiones.
Desde el Concello, se intentó paliar el problema de la iluminación mientras no se coloca la cubierta del graderío en obras colocando focos temporales para el choque de ayer, el primero en horario nocturno que disputa el Celta en Balaídos esta temporada. Pero lo aportado no fue suficiente.
Así, el director de partido que envía la Liga obligó al Celta, a través de su responsable de instalaciones, Julio Vargas, que realizase mediciones de la potencia lumínica en la grada de Río tanto antes del encuentro como durante el descanso, todo ello en compañía de la productora de la televisión con derechos. Dichas mediciones determinaron que la luminosidad no llegaba al mínimo exigido, por lo que el club podrá ser sancionado.
Próximo viernes
Habrá que ver cómo se solventa este problema de cara al próximo partido nocturno en Balaídos, que será el próximo viernes día 29 ante el Girona. Con anterioridad, se subirán más tramos del entramado que soportará la cubierta.n
