Ángel Bastos (Mos, 1992) empieza a ver la luz en el Extremadura después del duro túnel del Reus, conjunto descalificado por los impagos a sus jugadores y resto de empleados.
El ex del Coruxo narra cómo vivió tan desagradable situación pero mira lo justo atrás para centrarse en lo por venir.
Por empezar por lo último, ¿qué tal se está encontrando en el Extremadura?
Muy bien, la verdad. Llevo aquí dos semanas, el grupo es muy bueno, el pueblo está bien y es cómodo... Por ahora, muy bien.
Le haría falta ya oxigenarse un poco.
Sí me hacia falta limpiar la mente e ir a un equipo en el que me sintiera un poco futbolista.
Pero el reto no es sencillo, con el equipo metido en la pelea por evitar el descenso.
Bueno, nos hemos reforzado muy bien y con el paso del tiempo, nos vamos a ir acoplando mejor todos. Lo vamos a poder sacar. Pero, por lo menos, estamos peleando y es lo que nos toca hacer.
Echando la vista atrás, cuando fichó por el Reus el pasado verano, lógicamente, confiaba en lo que le vendían y no esperaba una situación tan dantesca.
Claro que no. La imagen que yo tenía del Reus era la de las dos temporadas anteriores en Segunda, que había hecho un gran papel y no había pasado apuros. Llegué allí muy ilusionado por hacer un buen año y al final no pudo ser.
¿Cuándo se empezaron a torcer las cosas? ¿O cuándo se dio cuenta de que no iban bien?
Ya desde un principio. Nos empezamos a oler la situación cuando a cinco o seis jugadores no los pudieron inscribir en la Liga por un problema que no se sabía muy bien cuál era. En ese momento empezamos a tener dudas del club y después llegó a lo que llegó.
Es de suponer que sufrir ese abandono en el día a día se hacía muy complicado.
Lo más duro era la incertidumbre de no saber qué iba a pasar con nosotros. Porque no veíamos una solución ni a corto ni a largo plazo. Lo que nos salvaba es que teníamos un grupo muy, muy bueno y nos ayudábamos unos a otros.
Y eso quedó demostrado, porque competir seguían compitiendo y ganando partidos.
Al final, el grupo que había tenía calidad. Se ha visto porque en cuanto se ha podido, la mayoría ha salido colocada a otros equipos de Segunda. Y a buenos equipos. Había nivel pero no podíamos trabajar como deberíamos y es lo que pasó.
¿Resultó difícil llevar bien una situación potencialmente generadora de conflictos entre los propios jugadores o con el entrenador?
Siempre se dan mal entendidos. Pero el grupo se mantuvo unido y eso nos permitió salir adelante.
¿Cómo valora el papel de la AFE?
Nos ayudó bastante. Los medios que nos dio para poder denunciar y demás. Al final, nosotros hemos salido bastante bien parados. Han salido peor los empleados del club.
¿Es esa la parte que menos se ve, la de los empleados?
Todo el equipo desde el principio intentó hacer lo máximo posible para que los empleados tuvieran lo que es suyo. Han entrado unos nuevos compradores y, aunque yo he desconectado de allí porque no quiero saber nada, supongo que deberían haber puesto a todo el mundo al día.
¿En algún momento se creyeron algunas de las promesas?
Sí que nos las llegamos a creer. Porque hay momentos en que tienes que ser optimista y pensar que se va a arreglar. Cuando nos mintió dos o tres veces, ya tuvimos que tomar medidas. Fue cuando las denuncias porque ya no nos creíamos nada.
En su carrera, ¿esto es lo más duro que ha tenido que vivir?
Sí. Por suerte, no había tenido que vivir ninguna situación de éstas. Por ahora, sí ha sido lo más duro. Espero que no tenga que volver a pasar por algo así, ojalá, y que ésta haya sido la única.
¿La posibilidad del Extremadura la conoció hace tiempo o llegó en el momento justo?
Con la situación que teníamos en el Reus, estábamos más preocupados de ver qué pasaba allí que de intentar salir. Una vez que ya sabíamos que el club no iba a tener continuidad en la Liga, nos buscamos una salida. He tenido suerte, me he podido venir aquí y disfrutar de la liga profesional.
¿Cuánto ha firmado con el Extremadura?
Dos años y medio. Era el tiempo que tenía en el Reus. Vine aquí a hacer las cosas bien. Es un equipo que tiene potencial para hacer cosas a largo plazo.
En esos meses duros, ¿le llegó apoyo desde Mos?
Entre amigos, familia, etcétera... siempre estaban preguntando qué tal ahí, me decían que no me preocupase que se iba a arreglar... Al final salió bastante bien. Eso ya está olvidado y estoy pensando en el Extremadura y ya está.
Porque, ¿en el día a día llegó a pasarlo mal económicamente o hubo compañeros que sí?
Yo, por suerte, no. Pero sí había algún compañero que tiene el dinero invertido y no cuentas con que vayas a estar tanto tiempo por cobrar. Aunque la AFE nos pone bastantes herramientas y por esa parte estamos bastante cubiertos.
¿Qué le parece la manera de resolver la expulsión del Reus, con ese 1-0 en los duelos contra él?
Al haber acabado la primera vuelta completa el Reus, la situación mejoró. Pero yo era partidario de no dar ni puntos ni el gol ese que dan en la segunda vuelta. Al final, no sabes ni en qué puesto estás realmente cada jornada.n
