El técnico augura un partido "muy atractivo" entre Celta y Barça y cree que el de la primera vuelta "marcó a los dos"
El tráfico de entrenadores entre Barcelona y Vigo en los últimos años, desde la llegada de Carlos Mouriño a la presidencia, es una evidencia. En ambos clubes han desarrollado su labor tres de los técnicos celestes en las últimas nueva temporadas: Hristo Stoichkov (06/07 y 07/08, ambas parcialmente), Eusebio Sacristán (08/09 parcialmente y 09/10 entera) y Luis Enrique Martínez (13/14 completa). El último es el actual técnico del primer equipo culé y el segundo lo era de su filial hasta hace mes y medio, cuando fue destituido. Ahora, el que también fue ex jugador celeste ve los toros desde la barrera y augura un espectáculo "muy atractivo" entre dos de sus equipos el próximo domingo 5 de abril en Balaídos.
Eusebio, iniciador desde el banquillo de la filosofía de juego ofensivo que todavía impera en el Celta, considera que "el Barça llega en un gran momento después de ganar el clásico, con la moral a tope y con la puerta abierta a la posibilidad de hacerse con el título. El Celta, después un gran inicio y algunas dudas, ha recuperado la confianza y la seguridad y está en una buena situación, por lo que llegará al encuentro lleno de motivación para ratificar una temporada que, a mi modo de ver, está siendo buena". El vallisoletano aprecia que el choque será especialmente bonito para los ojos del espectador porque "son dos equipos que apuestan por un fútbol ofensivo, de ataque y abierto. En ese aspecto, será un tipo rival al que no está acostumbrado a medirse el Barça cuando juega contra equipos de la zona media. Por eso será interesante para ver si en un partido abierto, el Barça explota sus virtudes en ataque o pasa por problemas ante un rival que también apuesta por el fútbol de ataque".
En la primera vuelta, el conjunto vigués sacó los tres puntos del Camp Nou, demostrando y demostrándose que puede plantar cara al gigante culé. Eusebio Sacristán recuerda de aquel choque que "el Celta llegó en su mejor momento, con una gran confianza y le puso en problemas al Barcelona. Fue un momento duro para el Barça, pero ese partido le sirvió para encontrar el camino. Le obligó a dar vueltas a la forma de jugar. Y para el Celta tuvo el efecto contrario, porque tras ganar allí, no sé si le entraron dudas, pero sí tuvo un periodo de inestabilidad que se reflejó en los resultados". En este sentido, el ex jugador y ex técnico celeste resalta que "para ambos fue un punto de inflexión, un partido muy importante, aunque tuvo el efecto contrario al que podría deducirse del resultado. Ésa es la grandeza del fútbol. Al Barça le vino muy bien la derrota y al Celta no le vino nada bien la victoria".
De su paso por el Celta, apenas quedan un puñado de supervivientes en la plantilla celeste (Borja Oubiña y Hugo Mallo, principalmente; y Sergio y Álex López, en menor medida). Pero sí están dos jugadores que para él fueron básicos en el Barcelona B en las últimas campañas: Sergi Gómez y Carles Planas. "Me ha encantado ver su participación y su rendimiento en el inicio de la temporada. El Celta ha acertado de pleno porque yo que los conozco bien puedo decir que son un seguro. Son jugadores de equipo que siempre dan un gran rendimiento", expone Eusebio. Y añade que su proyección augura un futuro prometedor: "Son un gran acierto –reitera–. Estoy contento por ellos y en el futuro seguro que aumentará su importancia en el equipo".
El legado del pasado
Por último, Eusebio echa la vista atrás y dice reconocer en este Celta del que fue suyo "el camino. Yo abrí la puerta a una idea y el Celta ha apostado por ella. Eso me alegra. Aposté por ese camino y di la oportunidad a muchos jóvenes con mucho talento que han ido buscándose la vida, muchos de ellos lejos del Celta hoy. Todos han sabido buscarse su futuro y pelear por sus sueños". Eso sí, admite estar de forma especial "muy contento de ver a Hugo como capitán y figura representativa de este equipo". Él lo subió al primer equipo directamente desde los juveniles en el verano de 2009.n
