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Ciudad deportiva y Colegio Hogar, proyectos rechazados

El presidente del Celta estuvo rodeado de su consejo y de los responsables de las diferentes áreas del club.
photo_camera El presidente del Celta estuvo rodeado de su consejo y de los responsables de las diferentes áreas del club.

Mouriño reconsideraría su salida si alguna de sus propuestas al Concello sale adelante 

Carlos Mouriño propuso ayer la compra por parte del Celta del estadio de Balaídos, pero el presidente del club vigués aseguró que no es la única posibilidad de que recobre la "ilusión" necesaria para seguir al frente de la entidad celeste. El empresario recordó que el Concello rechazó otros dos proyectos: la construcción de una ciudad deportiva, estancada desde hace años, y la compra del Colegio Hogar para ubicar allí "la universidad del deporte" y, además, unos bajos comerciales que permitan al Celta aumentar sus ingresos y ser así más competitivo de cara al futuro.
"Puede ser Balaídos u otra propuesta que dé solvencia económica al Celta", explicó Mouriño, que incluso invitó al celtismo a proponer soluciones a la situación en la que se encuentra el club, que desde su punto de vista estará en clara desventaja con el resto de equipos de Primera División a medio o largo plazo. Comprar el estadio de Balaídos y explotar sus bajos comerciales con la instalación en los mismos de bares, restaurantes o tiendas –el proyecto todavía no se ha realizado– es una de las posibilidades, pero no la única. De hecho, Mouriño reconoció que también le propuso al Concello la adquisición del Colegio Hogar con el permiso necesario para ubicar en sus bajos una zona comercial. "Propusimos comprar el Colegio Hogar, que nos dieran la parte de debajo de zona comercial y nos dieran la universidad del deporte, que la teníamos avanzadísima con la universidad. La Universidad de Vigo había pedido incluso permiso a Pontevedra para que pudiéramos dar Fisioterapia, Educación Física, etc. en el Colegio Hogar y, al mismo tiempo, tener allí la residencia para los jugadores de las categorías inferiores y el campo de fútbol del Celta B", explicó el presidente, que adujo falta de "motivación" como la principal razón de su más que probable salida del club vigués después de una década al frente del mismo.
Precisamente, uno de las razones que le ha llevado a perder la "ilusión" ha sido la imposibilidad de construir la ciudad deportiva que tantas veces ha señalado como clave en su proyecto de cantera. "Llevo ocho años persiguiendo un fantasma que no ha aparecido", lamentó ayer el presidente.
La ciudad deportiva se paralizó en su día ante la imposibilidad de encontrar en Vigo los terrenos adecuados, aunque el Celta afirma que sí existen. De hecho, en el club consideran que el proyecto todavía es viable. Si contasen con la colaboración de los responsables del Concello, el club vigués construiría su ciudad deportiva en Cabral, en los terrenos en los que se ubicaba la antigua fábrica de Álvarez. Según dirigentes celestes, allí disponen de 182.000 metros cuadrados para levantar una de las viejas aspiraciones del presidente, con campos de entrenamiento suficientes para ampliar el número de equipos de las categorías inferiores, así como una residencia para los jugadores. 
Desde el club aseguran, además, que dicho terreno es industrial y se podría recalificar si la necesidad de que esté aprobado el Plan General. El alcalde, Abel Caballero, se mostró ayer dispuesto a colaborar en la puesta en marcha de la ciudad deportiva, pero siempre y cuando los trámites a realizar respeten la "normativa" vigente. El punto de encuentro sigue sin llegar.n

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