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El Celta vuelve a generar desconfianza

Roncaglia y Cabral tratan de ganarse un sitio dentro del área blanca en un saque de esquina a favor de los célticos.
photo_camera Roncaglia y Cabral tratan de ganarse un sitio dentro del área blanca en un saque de esquina a favor de los célticos.

Los célticos caen con goleada en Balaídos ante los blancos (2-4), que recuperan pulso favorecidos por los errores defensivos de los vigueses. El Celta, con poco  juego y sin pegada, no estuvo acertado

De nuevo al parón con malas sensaciones. La evolución del Celta en las últimas semanas se topó ayer con el Real Madrid, que confirmó en Vigo su reacción tras la llegada de Santiago Solari a su banquillo a pesar de sufrir tres lesionados durante el encuentro. Ninguno de los dos equipos brilló anoche en Balaídos, pero el conjunto visitante tiró de calidad y de pegada para llevarse con contundencia el partido ante un equipo vigués que sólo tuvo la intensidad necesaria tras el 1-2. Escaso el Celta, que es décimo cuarto, a seis puntos de Europa y cuatro por encima del descenso. 

La suavidad en el control en giro de Karim Benzema. Un movimiento ejecutado con simplicidad que oculta una dificultad suma. Una muestra de calidad máxima que definió el marcador en una primera parte que no fue brillante ni para el Celta ni para el Real Madrid pero en la que ambos pudieron marcar. De hecho, los dos equipos destaparon debilidades atrás y capacidades ofensivas. Un punto más los madridistas, pero sin deslumbrar. Porque, hoy por hoy, el conjunto blanco no arrasa. No golpea con la ferocidad de antaño. Pero mantiene, lógicamente, un valor individual elevadísimo. Como el del mentado Benzema, que convirtió un buen servicio de Modric desde el centro del campo hacia el espacio entre Roncaglia y Juncá en una asistencia. Con un solo toque en giro y un remate posterior para salvar a Sergio.
Por esa banda izquierda sufría el Celta. Juncá y Boufal miran hacia el horizonte de la portería contraria mucho más que cuidan la propia. Y el Real Madrid tiró de la velocidad de Odriozola y de la habilidad de Lucas Vázquez, la sorpresa de Santiago Solari en el once madridista, para ocasionarle un fuerte dolor de cabeza a los locales.
Porque la presión en campo contrario del Celta murió antes de nacer. Sin apostar contundentemente por ninguna idea los celestes. Tanto el conjunto celeste como el blanco optaron más por esperar en campo propio, repartiéndose la posesión durante los primeros 45 minutos, pero con más sensación de peligro en los visitantes, ya que los pupilos de Antonio Mohamed se empeñaban en exceso en buscar a Maxi Gómez de forma directa. Es un buen recurso, pero el ataque céltico ha demostrado en los últimos encuentros que la combinación le es consustancial.
El minuto a minuto de esa primera parte desvela las lesiones de los visitantes Casemiro –en el minuto 7, aunque aguantó hasta el 18 para ser sustituido por Ceballos– y Reguilón –en el 44, suplido por el central del Castilla Javi Sánchez–. Así como claras ocasiones de los dos equipos, las blancas más productos del juego y las célticas más desconectadas de éste. Pudo marcar Okay en un cabezazo al palo en un córner; pudo hacerlo Kroos tras otra gran acción de Bezema por banda derecha; y pudo también hacerlo Brais después de que Boufal saliese milagrosamente de un barullo entre jugadores blancos.
El marcador daba opciones a todos los presentes. Al Celta le quedaba margen de mejora tras el paso de los vestuarios, al menos para cambiar la sensación de que el Real Madrid se movía cómodo.
No hubo cambios esta vez en el entretiempo. Siguieron los mismos jugadores y se mantuvo el mismo  tipo de partido. Con el Madrid mejor situado y el Celta enseñando ligeramente los dientes en acciones aisladas, como un centro de Maxi que Aspas cabeceó fuera. Fue justo un minuto antes de que Benzema se topase con el larguero en otra genialidad. Fue el preludio de otra debilidad defensiva del Celta en su banda izquierda. La indecisión entre Roncaglia y Juncá permitió al delantero francés del Real Madrid robar y encadenar dos grandes regates dentro del área. Su golpeo llevó al balón a pegar en un pie de Sergio, después en el palo y, por último, en el cuerpo de Cabral para acabar dentro de la portería.
El tanto silenció Balaídos. No se intuían capacidades de reacción en un Celta al que le había faltado todo el partido continuidad en la intensidad. Pero recibió la mejor vitamina. Una buena triangulación de Mallo, Aspas y Brais acabó con un gran gol de volea del lateral. Y el tanto encendió una llama que hasta entonces estaba apagada.
Se decidió Mohamed, desde la grada, a cambiar el equipo por las bandas, sacando al campo a Emre Mor y Andrew Hjulsager. Pero lo más acertado fue que, sin Beltrán sobre el césped, Brais pasó a ejercer de maestro de ceremonias en el corazón del juego, teniendo muy cerca además a Iago Aspas. Entre los dos comenzaron a dar sentido a la posesión celeste. Y el moañés dispuso de un disparo desde el borde del área que Courtois detuvo en una gran acción.
El Real Madrid, que perdió de nuevo por lesión a Nacho, quería ahora romper el ritmo céltico. Enfriar el ambiente. Lo logró varios minutos y cuando el Celta se disponía a buscar el empate de nuevo, un penalti señalado por Undiano Mallenco y ratificado por el VAR tras un choque entre Juncá y Odriozola en el área celeste. Ramos marcó a lo Panenka y en los últimos minutos, Ceballos convertía en goleada blanca un partido sin brillo por ninguno de los dos contendientes. Hasta que Brais redujo distancias, cuando ya no importaba. Frialdad y análisis.

Celta:
Sergio Álvarez; Hugo Mallo, Gustavo Cabral, Facundo Roncaglia, David Juncá; Brais Méndez, Okay Yokuslu, Fran Beltrán (Emre Mor, min. 63), Sofiane Boufal (Andrew Hjulsager, min. 63); Iago Aspas, Maxi Gómez.
Real Madrid:
Courtois; Odriozola, Sergio Ramos, Nacho (Asensio, min. 70), Reguilón (Javi Sánchez, min. 45); Kroos, Casemiro (Ceballos, min. 18), Modric; Lucas Vázquez, Benzema, Bale
Goles:
0-1 Benzema min.23; 0-2 Cabral, en propia portería min. 56; 1-2 Hugo Mallo min. 61; 1-3 Sergio Ramos min. 82; 1-4 Ceballos min. 90; 2-4 Brais Méndez min. 94
Árbitro:
Undiano Mallenco (colegio navarro ). Expulsó por segunda tarjeta amarilla a Cabral en el minuto 87. Amonestó con tarjeta amarilla a Hugo Mallo y Juncá por parte del Celta; a Reguilón y Javi Sánchez por parte del Real Madrid.
Incidencias:
Partido disputado en Balaídos ante 21.184 espectadores.

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