El equipo vigués firma uno de los mejores inicios de su historia, con números similares a los de sus años en Europa
El dilema estriba en seguir el dictado de la cabeza o dejarse llevar por el corazón. El Celta se impone pensar en la permanencia como objetivo único, por lo menos hasta que supere la barrera de los 40 puntos, y el discurso que nace del vestuario celeste no ha variado pese a los magníficos resultados cosechados desde que comenzó la temporada. Pero el corazón del celtismo palpita cada vez con más fuerza con un equipo que se ha asentado en la zona noble cuando está a punto de superar el primer cuarto del campeonato. El tiempo dirá dónde están los límites del conjunto de Eduardo Berizzo, pero lo cierto es que a día de hoy y con los números en la mano puede codearse con los mejores equipos en la historia del Celta. Con 16 puntos en nueve jornadas –fruto de cuatro victorias, cuatro empates y una sola derrota–, el inicio deLiga de los pupilos del 'Toto'Berizzo está entre los diez mejores de la historia del conjunto vigués en Primera División, a la altura de los años dorados en los que el Celta se clasificaba año tras año para disputar competiciones europeas.
El equipo vigués está en números históricos. En las ocho ocasiones en las que se metió en Europa, sumaba entre 15 y 18 puntos en la novena jornada (contabilizando los partidos de la campaña 1970/71, en la que se repartían dos puntos por victoria, con el actual sistema de puntuación). En el presente ejercicio suma 16, sólo uno menos de los que tenía a estas alturas en la campaña 2002/2003, en la que se clasificó por primera y hasta la fecha única vez en su historia para disputar la Liga de Campeones.
Evidentemente es pronto para saber si el Celta resistirá en la zona noble de la tabla hasta final de temporada y está por ver cómo responderán los futbolistas del 'Toto' Berizzo a la mala racha que todo equipo suele tener cada campaña, pero también es cierto que lo acaecido en las nueve primeras jornadas del campeonato no puede considerarse como una mera anécdota. Las matemáticas así lo evidencian.En cada una de las temporadas en las que el Celta sumaba al menos 15 puntos en la novena jornada, el equipo acabó la Liga entre los ocho primeros clasificados. Si esta regla se vuelve a cumplir en el presente ejercicio, el conjunto vigués estaría en disposición de pelear por una plaza en Europa. Resulta casi una utopía pensar que puede meterse entre los cuatro primeros clasificados, pero hasta la fecha el Celta ha demostrado que tiene argumentos para pelear por estar entre los seis o siete mejores equipos de la Liga. El sexto se clasifica para la Liga Europa y el séptimo también siempre y cuando los dos finalistas de la Copa del Rey vayan a la Liga de Campeones.
El mejor Celta de la historia a estas alturas de la temporada es el de la temporada 1941/42, que acabó el campeonato en quinta posición y era líder en la novena jornada. El equipo dirigido por el vasco Baltasar Albéniz logró seis victorias y dos empates en sus ocho primeros partidos para perder precisamente el noveno en casa del Espanyol (3-1). Aquel equipo en el que destacaban jugadores como Del Pino, Agustín o Roig acabó la temporada en quinta posición por detrás del Valencia, el Madrid, el Atlético Aviación y el Deportivo.
Los 14 puntos que cosechaba el Celta de la 41/42 en la novena jornada equivaldrían a 20 con el actual sistema de puntuación. Los equipos que más cerca estuvieron de emular tal inicio de temporada fueron los de las campañas 1997/98 y 1999/2000. Estamos hablando ya de los años dorados del Celta, el primero con Jabo Irureta en el banquillo y el segundo con Víctor Fernández como entrenador. Temporadas en las que el equipo vigués se clasificó para disputar la Copa de la UEFA, como la 1998/99, la 2001/02 o la 2005/06 –las dos primeras con Víctor y la última con Fernando Vázquez en el banquillo–, en las que sumaba 17 puntos después de nueve partidos.
La más parecida a la actual fue la campaña 2005/06, la segunda de Vázquez como técnico celeste. El equipo no tenía nada que ver con el de los años dorados. Acababa de subir de Segunda tras el duro descenso de 2004 y su objetivo inicial no era otro que la permanencia. Pero el magnífico inicio de temporada de los vigueses, líderes en la cuarta y quinta jornada, les llevó a pelear por una meta más ambiciosa. Aquel fue el último año en el que el Celta se clasificó para disputar una competición europea. Jugó la UEFA en el curso 2006/07, el primero de Carlos Mouriño como presidente y que acabó en otro doloroso descenso a Segunda. Aquel fue el germen del Celta actual, saneado económicamente, con la cantera como eje de su proyecto de futuro y con la cabeza puesta, por el momento, en la salvación y consolidación del equipo en Primera División.
El Levante, precedente negativo
Sea como fuere, los 16 puntos que el Celta suma en la actualidad no son una garantía de salvación. No abundan los casos como el suyo, pero sí se ha dado alguno. En la temporada 2005/06, el Levante era cuarto en la jornada con 16 puntos, los mismos que el Real Madrid. El conjunto dirigido por Bernd Schuster acabó la primera vuelta a sólo tres puntos del descenso tras encadenar nueve partidos sin ganar. El suyo fue un descenso progresivo, puesto que no estuvo entre los tres últimos hasta la penúltima jornada, ya con José Luis Oltra como técnico, quien no pudo evitar el descenso.
El Celta también protagonizó un caso similar en la campaña 2006/2007. En la novena jornada era undécimo con 13 puntos y nueve de ventaja sobre el 'pozo', pero el equipo entrenado entonces por Fernando Vázquez entró en una dinámica negativa de resultados que le costó primero el puesto al técnico de Castrofeito y después la permanencia al equipo.n
