CELTA

"La operación sólo beneficia al presidente, perjudica a los demás"

Imagen de la junta general de accionistas del Celta del año pasado, que fue celebrada en el auditorio Mar de Vigo.
photo_camera Imagen de la junta general de accionistas del Celta del año pasado, que fue celebrada en el auditorio Mar de Vigo.

Equipo Celeste, sociedad que posee el 1,5% del Celta, afirma que una ampliación de capital "rozaría la ilegalidad"

El proceso de venta del Celta al grupo empresarial China International Travel Service Limited (CITS) mantiene en vilo a la afición celeste, preocupada por la incertidumbre que sobrevuela el futuro del club, un mar de incógnitas amplificado por el silencio de Carlos Mouriño, fiel a su opacidad. La venta afecta de una u otra manera a todos los aficionados, pero lo hace de una manera más significativa a los pequeños accionistas, expectantes ante la posibilidad de que se lleven a cabo una o dos ampliaciones de capital que reducirían más todavía su peso en el capital social del Celta. Uno de los grupos más representativos de ese accionariado, Equipo Celeste, considera que el proceso de venta que está en marcha –y en una fase muy avanzada– sólo beneficia al presidente, Carlos Mouriño, y perjudica a los demás accionistas. Asimismo, advierte que una posible ampliación de capital como parte de la operación "rozaría la ilegalidad", por lo que incluso se plantearían impugnarla en caso de que finalmente se lleve a cabo.
"Me parece una operación desproporcionada y que sólo beneficia al presidente, que la lleva a cabo de una forma abusiva", asegura Javier Alonso, uno de los cuatro integrantes de Equipo Celeste, una sociedad creada durante la etapa de Horacio Gómez como presidente y que en su día plantó batalla desde la oposición al expresidente celeste. Poseen un 1,5% del capital social del club, entre 5.500 y 6.000 acciones. "Si se lleva a cabo una ampliación de capital, rozaría la ilegalidad porque es un abuso de su posición dominante. Sería una ampliación con cargo a la deuda que el club tiene con él, cuando lo que tiene que hacer el Celta con esa deuda es pagarla cuando pueda y ya está. Asimismo, si posteriormente se lleva a cabo una nueva ampliación de capital, significaría barrer a los 14.000 accionistas del club", lamenta Alonso. Equipo Celeste incluso se plantea impugnar la ampliación de capital si Carlos Mouriño la lleva a cabo para capitalizar los 8,1 millones de euros que le debe el club por dos préstamos cuya devolución ya estaba pautada en el último libro de cuentas que el club presentó ante sus accionistas. El propio presidente aseguró en su última comparecencia pública, el pasado 8 de septiembre, que se estaba planteando tal posibilidad. "El abuso de posición dominante es una figura jurídica y si un juez determina que la ampliación de capital se ha llevado a cabo exclusivamente para obtener beneficios, puede anularla. La ampliación es susceptible de recurso ante un juzgado y es algo que sí nos hemos planteado", explica Javier Alonso.
En todo caso, Equipo Celeste también se muestra contrario a la venta del 52% que ahora posee Carlos Mouriño, incluso aunque no se lleve a cabo la mencionada ampliación. "También veo mal la venta del 52% porque obtuvo ese porcentaje después de un proceso que se llevó a cabo para salvar al club. Evidentemente fue algo lícito y pagó por ello, pero lo fraudulento es aprovechar esa mayoría ahora para vender el club por una cantidad tremenda que supone el 100% del Celta. Si el 52% vale 120 millones, convendremos todos en que el 100% vale unos 240 millones que habría que repartir entre todos los accionistas. Esos accionistas vieron cómo sus acciones pasaban de tener un valor de 60 euros a valer sólo 10. Ahora, si les ofrecen 200 o 300 euros por acción, muchos venderían encantados, o igual no. Pero ya sería su decisión", explica el miembro de Equipo Celeste, cuyo paquete accionarial es uno de los más significativos del Celta, junto con los de Ricardo Barros, Diego Placente y Fernando Baiano.
Javier Alonso considera que el proceso de venta tiene un único beneficiario: "El único beneficiado será él porque tiene la mayoría, pero la operación perjudica a los demás accionistas, supone despreciar a los pequeños accionistas y es una pena porque el Celta estaba entre los dos o tres clubes de España con un accionariado más diversificado. La mayoría de las acciones estaban en manos de gente humilde", lamenta. "La única opción justa es comprar la totalidad de las acciones en igualdad de condiciones. Que ofrezcan el mismo dinero por cada una de las acciones y que luego cada accionista decida si vende o no vende", añade.
Por otro lado, Javier Alonso lamenta la manera en la que Carlos Mouriño está finalizando su etapa al frente del club, que considera positiva. "Es cierto que si lo vende por más dinero es porque su gestión ha sido muy buena, pero al final lo ha estropeado todo. Teníamos un buen presidente, pero ahora vemos que posiblemente sus decisiones estaban mediatizadas con un fin. Lo ha estropeado al final y tampoco me gustó la forma en la que lo ha gestionado, deslizando diferentes posibilidades para salir del club apenas una semana antes de que se supiese que había un preacuerdo", explica Alonso, que entiende el malestar latente entre la afición por el hecho de que el Celta vaya a pasar a manos extranjeras. "Tampoco me parece conveniente que los dueños del Celta no sean de la tierra, pero ésa ya es otra cuestión en los tiempos que corren. Han comprado otros clubes en España, Italia o Inglaterra. De todas formas, entiendo que la gente esté lastimada porque los nuevos dueños no sean de aquí", concluye Javier Alonso.n
 

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