NACHO CARRETERO Autor “En el corredor de la muerte”

“Nunca dejaré de ser periodista, solo busco nuevas fórmulas para contar historias”

Nacho Carretero presenta su último libro sobre Pablo Ibar.
photo_camera Nacho Carretero presenta su último libro sobre Pablo Ibar.

Por teléfono, en medio de una intensa jornada de promoción, Nacho Carretero, ofreció una entrevista a Atlántico para hablar de su último libro, donde cuenta la historia de Pablo Ibar, el español en el corredor de la muerte desde 2000 y cuya familia lleva años luchando para que se repita el juicio y ahora para reunir el dinero necesario para su defensa.

Tras los saludos protocolarios y un breve intercambio de ideas en gallego, sin prisa y sin alardes de grandeza, Carretero, uno de los cronistas más mediáticos de los últimos años en España habló sobre el momento en el que se encuentra su carrera, el antes y después de “Fariña”.

¿Ya ha superado el tiovivo emocional que supuso la publicación, el secuestro y el éxito arrollador de su libro sobre el narcotráfico gallego?
Quiero pensar que no hay nada que superar. Estoy satisfecho del éxito que acaparó y de que el trabajo periodístico que hay detrás haya sido reconocido. Todas las circunstancias exteriores que lo rodearon (su retirada por orden judicial) aumentaron sus ventas y ayudaron a su promoción. Al final, todo se resolvió. El auto fue contundente, reconoció que se trataba de una investigación veraz. Lo cierto es que estoy tranquilo y satisfecho.

Tanto el narcotráfico como la pena de muerte son proclives de a caer en el sensacionalismo. ¿Cómo lo evita?
Es cierto, pero nunca he trabajado con el sensacionalismo como herramienta. Me sale así, no es un enfoque que se busque intencionadamente. Soy riguroso y escribo para explicar lo que pasa, es lo que hace un periodista. Cuando encuentro un tema que creo que tiene interés para el lector, escribo sobre él. 

“En el corredor de la muerte”, recién salido de imprenta, parece que va a seguir el camino de “Fariña”, ya que compraron los derechos para llevarlo a la pequeña pantalla. ¿No teme que la obra escape de su control?
Cuando la historia es llevada al formato serie el periodista ya no tiene el control. Se incluyen aspectos de ficción al margen del libro. Es una manera más de comunicar, pero donde la base es el entretenimiento.

¿Cómo entró en contacto con la historia de Pablo Ibar, condenado a muerte en Estados Unidos por un triple asesinato?
Supe de ella en 2012 a través de Tania, la mujer de Pablo. Hablé con ellos y con Cándido, el padre. Desde el primer momento me llama la atención, merece ser contada. Hago un reportaje para el medio en el que trabajaba, mantengo el contacto los años y el trabajo se hace más extenso, aún no tenía muy claro el formato. El año pasado surgió el detonante, el desencadenante del libro: Aceptaron repetir el juicio, que se celebrará el 1 de octubre.

La pena de muerte es un tema controvertido, que no admite medias tintas, se está a favor o en contra ¿le ha influenciado su postura ante esta condenada?
Intenté que no. Procuré ser un simple narrador, inaccesible. Me interesa exponer los hechos y evitar introducir reflexiones propias. Creo que es contraproducente. A mí como lector no me gusta que lo hagan, quiero sacar mis propias conclusiones. Estoy en contra de la pena de muerte, pero no tiene que notarse, en la narración adopto un estilo neutro.

Entonces, ¿informar el único objetivo del libro?
La denuncia, el debate o la concienciación social, todo eso tiene que ser consecuencia del libro, pero no es su finalidad. Mi ánimo es informar de una historia que llega a ser rocambolesca por momentos.

La realidad supera la ficción
El caso de Pablo Ibar está lleno de irregularidades. No tuvo un juicio justo, no tuvo una buena defensa y tras mucho luchar, el Tribunal admitió repetir el juicio. Pablo merece justicia, decidan lo que decidan después.

Con sus últimos trabajos se ha puesto el listón muy alto en el ámbito editorial, ¿ya tiene nuevo reto?
Tengo muchas cosas en la cabeza, pero de momento nada concreto. Volveré a hacer reportajes en el periódico. Nunca dejaré de ser periodista, solo busco nuevas fórmulas para contar historias.n
 

Te puede interesar