nnn Sonsoles Ónega visitó Galicia con su última novela, la quinta, bajo el brazo, con la que ganó el Premio Fernando Lara. “Después del amor” cuenta una historia real de Carmen Trilla y Federico Escocet en la España de los años 30. Y así presentó su nueva aventura literaria para los lectores de Atlántico.
La protagonista de su historia es de carne y hueso. ¿Cómo localizó a Carmen Trilla?
Más bien el personaje me localizó a mí. Son sus hijas las que contactan conmigo para que cuente esta vivencia. Quedé fascinada y después de ese primer café, vinieron más.
Esta mujer abandona a sus hijas por amor. ¿Cómo lo asimilaron ellas?
Con un sentimiento generoso. Me he preguntado como son capaces de ser como son. Sus hijas me cuentan cómo descubrieron en Carmen a una mujer que se sintió querida y que quiso ser feliz.
¿Es cierto que se conocía como la Greta Garbo barcelonesa?
La belleza de Carmen destacaba en los ambientes de la burguesía catalana en los que se movía. Fue Federico el que le contó a su biógrafo que la llamaban así. Se presentaba muy elegante y sofisticada en sus citas sociales.
Es la crónica de un enfrentamiento con los convencionalismos sociales, donde una mujer casada abandona a su marido para seguir a su amante. ¿Es una novela sobre una feminista?
Si entendemos por feminismo la lucha por los derechos de la mujer, fue feminista en su época. Pertenecía a una clase acomodada, pero través de pequeñas luchas intentaban cambiar el mundo más cercano. Cuando concedieron el sufragio femenino, acudió a votar con todas las mujeres de su casa, incluidas las criadas. Forma parte de la historia de unos años confusos. Descubre la política con Federico, que era militar. Ella está casada con un médico y a la burguesía no le gusta opinar de política.
La relación de Carmen y Federico está contextualizada en una época apasionante. ¿Cómo aborda la Segunda República una periodista?
Contando las dos posturas de la República porque sí las hay, y lo hago a través de los personajes. Por una parte está la República, pero también Cataluña y España. Tuve la tentación de involucrarme, pero preferí escoger la neutralidad y que sean ellos los que aporten las distintas versiones.
El peso de la Ciudad Condal hace de Barcelona un personaje más. ¿Cómo consiguió conocerla?
No he vivido allí. Me documenté a través de crónicas periodísticas de la época, me fijé en secciones como los anuncios por palabras, los sucesos o las esquelas. Busqué recrear un ambiente que hicieran verosímil a los personajes. También se puede decir que viajé virtualmente a Barcelona con Google Map para visitar las localizaciones concretas como una sombrerería de la época que aún perdura. Lo cierto es que el oficio de periodista prepara para resolver bastantes bien este tipo de problemas.n
