El centro de Acogida de Animales Abandonados de Armenteira se encargará de evaluar su estado de salud
El Centro de Acogida de Animales Abandonados de Armenteira, CAAN, que depende de la Diputación de Pontevedra, se hizo cargo de los 15 perros que vivían en pésimas condiciones de salubridad en una perrera ilegal de Vincios, Gondomar, y por lo que su propietario, J.C.F., fue imputado por un presunto delito de maltrato animal y otro contra la salud pública.
Desde la Administración provincial explicaron que tres vehículos y tres técnicos se trasladaron al lugar de manera inmediata a lugar y que en estos momentos están realizando los correspondientes reconocimientos veterinarios para determinar el estado de salud de los animales. Tras una primera inspección los especialistas no detectaron lesiones y desnutriciones graves pero si problemas de parásitos y de piel por lo que serán tratados y vacunados en los próximos días, siempre y cuando no posean patologías que lo contraindiquen. La situación salió a la luz mediante un colectivo ecologista, que dio la voz de alarma, y posteriormente fue corroborado por agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil después de trasladarse al lugar para certificar el estado de los animales. Las instalaciones pertenecen a la empresa Cánidos Valle Miñor S.L., que hasta el 2012 prestaba servicio a la Mancomunidad. Después de que el Concello de Gondomar pusiese en conocimiento de la Xunta y del instituto armado el enterramiento de una docena de animales en cal viva, acabaron por prescindir de sus servicios, así como su posterior retirada de la licencia de actividad.
Pese a tener que cerrar sus puertas todo apunta a que J.C.F., propietario de las instalaciones de 59 años de edad y vecino de Vigo, no retiró a los animales que dos años después se encontraban en pésimas condiciones de higiene, sin apenas alimentos en unas instalaciones llenas de suciedad e incluso restos de cánidos muertos, según fuentes de la Guardia Civil.
Además del presunto delito de maltrato animal, el Seprona le imputa otro contra la salud pública, ya que se comprobó que continuaba enterrando a los perros muertos en fosas sin observar las mínimas prevenciones ni las medidas sanitarias convenientes, motivo por el que se le retiró la licencia de actividad en 2012 y por el que en la actualidad se encuentra a la espera de ser juzgado.
Rescate
La extrema situación obligó a los agentes del Seprona y a técnicos de la Consellería do Medio Rural e do Mar a solicitar al CAAN la tutela de los animales lo antes posible, después de visitar las instalaciones en la mañana de ayer Antes de su traslado, los perros fueron identificados con un microchip. Una vez que terminen las diligencias judiciales, el centro solicitará al juzgado que los animales puedan ser cedidos a una protectora de Tui, que ha mostrado su interés en hacerse cargo de los mismos y buscarles familias de acogida.n
