La Xunta planea en Sárdoma una zona de inundación para controlar el río Lagares

La Consellería de Medio Ambiente planea desarrollar una zona de inundación controlada en Sardoma, en la margen derecha del río Lagares, cerca de la plaza de Miraflores. Se trata de una superficie aproximada de 73.000 metros cuadrados, capaz de almacenar un volumen estimado de 110.000 metros cúbicos. En el caso de crecidas en el río, se derivaría el agua a esa zona desde el canal principal, se acumularía temporalmente en esa zona y se devolvería al río de forma controlada, una vez pasada la avenida, a través de elementos de drenaje. De esta forma se evitarían los problemas que se repiten cada cierto tiempo en el tramo final, desde Castrelos hasta la desembocadura, donde se producen inundaciones que comprometen al parque, al estadio de Balaídos y sobre todo a las empresas que se sitúan en el polígono de O Caramuxo. Según precisaron en Medio Ambiente, la puesta en marcha de este sistema exige un convenio o acuerdo con los ayuntamientos para el reparto de cargas y conseguir la totalidad de propiedades necesarias.

Vigo como muchos 21 municipios del sur de la provincia tiene en su territorio zonas donde se contemplan inundaciones por desbordamiento de los ríos, precipitaciones o la acción de las mareas. En esta situación se encuentran además de la ciudad viguesa otros municipios próximos: A Guarda, Baiona, Bueu, Cangas, Gondomar, Marín, Moaña, Mondariz, Mondariz-Balenario, Mos, Nigrán, O Porriño, O Rosal, Pazos de Borbén, Ponteareas, Redondela, Salceda, Salvaterra, Tomiño, Tui y Vilaboa. La Xunta destina dos millones a redactar los proyectos para impulsar las primeras zonas de inundación controlada de Galicia.

Según el análisis del riesgo, Vigo es el único de su área que se encontraría con peligrosidadad media-baja pero riesgo alto. Los tres concellos del Val Miñor (Gondomar, Baiona y Nigrán) estarían peligrosidad alta y riesgo medio-bajo. Los cuatro deben disponer de un plan obligatorio de actuación municipal. Esta catalogación obedece a la población potencialmente afectada y a los elementos (edificios, instalaciones, infraestructuras y elementos ambientales) situados en zonas de peligro que pueden ser alcanzados por la inundación o por los efectos de fenómenos geológicos asociados que puedan producir víctimas, interrumpir un servicio imprescindible para la ciudadanía o dificultar las actuaciones de emergencia. En Vigo pesa la influencia también de las mareas vivas y el comportamiento del Lagares. “En la estimación de la vulnerabilidad se deben tener en cuenta sus características, las zonas de peligro en que se encuentren situados".

Planes obligados y recomendados en los concellos

En la provincia de A Coruña hay 15 ayuntamientos con obligatoriedad de tener plan y 22 en los que se recomienda. En Lugo son nueve con deber y otros nueve con recomendación, y en Ourense, 13 y dos. En la provincia de Pontevedra hay 14 municipios obligados y 12 con recomendación. El plan establece la organización y los procedimientos de actuación de los recursos y servicios cuya titularidad le corresponda a la Xunta, y los que pueden ser asignados por otras administraciones, con el objetivo de minimizar riesgos en zonas inundadas.

El plan, una segunda revisión del aprobado el año 2001

El Plan especial de protección civil ante el riesgo de inundaciones en Galicia (Inungal) es la segunda revisión desde su aprobación en 2001. Como novedades, se actualiza el análisis de riesgos integrando los estudios de demarcaciones hidrográficas; se adapta a la nueva norma básica de protección civil y se actualizan los datos de las redes de alerta integrando el Modelo de Evaluación del Riesgo Local de Inundación (Merlin, del departamento de Augas de Galicia). Además, el estudio de riesgo concluye que se reduce el número de ayuntamientos obligados a elaborar y redactar el plan municipal para este riesgo, al pasar de ser obligatorio en 62 a 51. Por el contrario, aumentan de 29 a 45 los casos en los que se considera recomendable. Este plan cuenta con los estudios de riesgos por inundaciones costeras, fluviales y pluviales, incluyendo también los elaborados por los organismos de cuenca. También establece basándose en el nivel de riesgo cuáles son los ayuntamientos que deben tener un plan de actuación municipal frente estos incidentes.