El cierre del túnel de la A-52 condena a circular por Fontefría

El Ministerio de Transporte advirtió el pasado viernes del cierre del túnel de Folgoso en sentido Vigo-Ourense por obras obligatorias en el interior del subterráneo y ayer se hizo efectivo a las nueve de la mañana. A consecuencia, las dos carreteras nacionales que llevan hasta el Alto de Fontefría y A Cañiza recuperaron imágenes del pasado, con tráfico en un día muy complicado, con lluvia y niebla. Confirmando que dichas vías ya no están en condiciones de asumir la densa circulación diaria entre las dos ciudades que se canaliza por la autovía A-52, cortada toda la semana, los conductores tuvieron que armarse de paciencia para alcanzar el pico de más de 700 metros de altura. Así será hasta el miércoles, en sentido hacia Madrid, desde el jueves al sábado la afección al tráfico se hará efectiva en dirección a Vigo.

Transportes explica que acomete obras de mejora del equipamiento de seguridad en el túnel de Folgoso, lo que obliga a realizar un desvío alternativo en ambos sentidos, Vigo y Ourense, entre los kilómetros 269,7 y 281,8, a través de las carreteras N-120 y N-559. Supone añadir entre 15 y 20 minutos al viaje normal entre las dos ciudades, aunque al menos esta vez el firme se encuentra en mejores condiciones que las anteriores ocasiones en que obras en el paso inferior exigieron el corte de la autovía, incluso durante varias semanas. Pese a todo, un tramo muy complicado, debido entre otras circunstancias al mal tiempo ayer reinante y al alto número de transportes pesados, que ralentizan la marcha, salvo en las zonas donde está habilitado un carril extra de subida. Agentes de Tráfico vigilaron el operativo, que se desarrolló sin aparentes problemas, con miles de vehículos subiendo hacia Fontefría.

En un comunicado, el Ministerio recordaba que los trabajos se enmarcan en un contrato de obras de emergencia para la reparación de daños y la adopción de medidas paliativas, como consecuencia de los temporales Ciarán y Domingos, y del incendio ocurrido en el interior del túnel hace unos meses, que obligó a cortar la circulación durante unas horas. Un túnel que se trata del más largo de la red de carreteras del Estado en Galicia, con más de dos kilómetros, lo que obliga a realizar trabajos continuos de mantenimiento para que se encuentre en las mejores condiciones. Los responsables de Carreteras del Estado también descartaron por este motivo usar una boca para ambos sentidos de forma provisional, apelando a razones de seguridad en el interior que lo impiden. Hasta el domingo, hacer la ruta Vigo-Ourense exigirá armarse de paciencia, como hace veinte años.

Una continua paralización

Las obras en la autovía A-52 se han convertido en fuente de frustración para los miles de usuarios que recorren este trayecto diariamente, quienes llevan casi dos años lidiando con desvíos, carriles cerrados y atascos sin ver una resolución próxima para las reparaciones. Uno de los tramos más problemáticos se encuentra entre Ponteareas y A Cañiza. Este sector estuvo cerrado en distintas fases durante año y medio afectando severamente el tráfico, especialmente a los vehículos pesados que, al transitar más lentamente por la subida, ralentizan toda la circulación en dirección Vigo-Ourense. Este verano se actuó en el denominado “nudo de Puzo”, donde la autovía cuenta con un ramal hacia la plataforma logística portuaria de Salvaterra-As Neves (Plisan). Son unos dos kilómetros donde la circulación se redujo a un carril por sentido. El presupuesto aprobado para los trabajos de macrodrenaje en la A-52 fue finalmente de 3,8 millones de euros, frente a las previsiones iniciales del Gobierno central, que no superaban los dos millones de euros.