La violencia de género tiene circuito especial en Urgencias del Cunqueiro
25N
Las víctimas reciben un trato especial en el servicio, las ubican en salas donde puedan tener mayor intimidad y les explican los recursos que tienen o cómo presentar denuncia
El servicio de Urgencias del Hospital Álvaro Cunqueiro atiende todos los meses a varias pacientes que son presuntas víctimas de violencia de género. No hay una estadística oficial, pero sí afirman que son casos “relativamente frecuentes”. Esta situación les llevó a crear un circuito especial para las víctimas, normalmente mujeres, a las que ofrecen un trato especial. Funciona desde principios del año 2023 y el balance es muy satisfactorio. “Tener este recurso nos da tranquilidad, porque nos permite hacer las cosas un poco mejor con estas personas que están pasando por un mal momento emocional”, afirma Maite Maza, jefa de unidad en las Urgencias del Cunqueiro.
Además del protocolo específico para las sospechas de violencia de género, Urgencias incluyó a estas víctimas en una clasificación de pacientes vulnerables, en la que también están los pacientes con tarjeta doble A (demencia, discapacidad intelectual grave, trastornos del espectro autista, sordoceguera, entre otros), pacientes oncológicos, en cuidados paliativos y otras circunstancias. Esto implica que al hacer el triaje (la clasificación que se hace al llegar en función de la gravedad) les colocan una pegatina violeta. Es un color que no existe en el triaje oficial (rojo, naranja, amarillo, verde y azul) y que no sirve para pasar por delante de una emergencia, pero sí reciben un trato especial y más ágil dentro de la prioridad que tienen asignada. A partir de ahí, procuran que estén siempre acompañadas y las llevan a una zona donde puedan tener intimidad bajo supervisión de la Enfermería. Les informan de los recursos que tienen y de cómo proceder si quieren presentar denuncia. Al margen de lo que decidan, la violencia de género se considera que es un delito público, por lo que los sanitarios están obligados a notificarlo al juzgado y a realizar una serie de trámites. No dan parte a la policía, pero en alguna ocasión sí llamaron a la Unidad de Atención a la Familia y Mujer de la Policía Nacional por el riesgo elevado que tenía la mujer si regresaba al domicilio. “Ellos conocen los recursos para dar respuesta a esta situación”, apuntan.
La atención sanitaria se hace en esa zona de espera o en la consulta, en función de las circunstancias de la paciente (su estado de ánimo, si necesita suturas, etc).
"Evitamos un sufrimiento añadido a las víctimas"
Tanto los profesionales de Urgencias como los de los servicios de Atención Primaria tienen especial sensibilidad con estos casos “para evitar sufrimiento añadido en una circunstancia que es tremenda”, afirma Maite Maza, y tratan de empatizar con la víctima. Antes de crear formalmente el circuito ya tenían en cuenta esta situación, intentaban detectar los casos y les ofrecían un trato especial. Son conscientes de que un trato inadecuado puede marcar todavía más a unas personas que llegan con miedo, angustia y nerviosismo al servicio. Consideran también que es muy importante el papel de la persona que las acompaña. A Urgencias llegan a veces con menores e incluso se presenta el agresor, con lo que en este caso toman medidas para proteger a la paciente. “Hubo situaciones muy duras”, subrayan.
Por otro lado, junto a las Urgencias del Cunqueiro abrirá en breve un centro de crisis 24 horas para víctimas de violencia sexual auspiciado por el Ministerio de Igualdad que con toda probabilidad trabajará de forma coordinada con los dispositivos sanitarios.
Los delitos sexuales se duplicaron en una década
Galicia registró un total de 555 delitos de abuso, acoso y agresión sexual el año pasado, según los datos que recoge el Instituto Galego de Estadística.
Son más del doble que hace una década. En 2013 fueron 227 los delitos conocidos por abuso, acoso y agresión sexual.
Por otro lado, el año pasado se presentaron 7.483 denuncias en toda Galicia por violencia ejercida por hombres contra una mujer que era su pareja o su expareja.
La tendencia de los últimos años en esta estadística negra es ascendente. Entre los años 2007 y 2016 las denuncias por violencia de género se movían en el entorno de las 5.000 y fue a partir del año 2022 cuando se produjo el salto ya que pasaron el umbral de las 7.000.
En el desglose por provincias, en Pontevedra se presentaron 2.768 denuncias el año pasado. En la provincia de A Coruña alcanzaron las 3.155, mientras que en Ourense fueron 761 denuncias y en Lugo otras 799.
La violencia de género tiene graves consecuencias en la salud emocional, física y psicológica de la mujer. Sus efectos le impiden vivir una vida plena e incluso pueden llegar a destruir la personalidad.
Mujeres fallecidas
En cuanto a las mujeres fallecidas por violencia de género a manos de su pareja o expareja fueron 3 el año pasado. En una década, de 2013 a 2023, fallecieron 35 mujeres por esta causa en Galicia.
En lo que va de año, 40 mujeres fueron asesinadas por violencia de género en España y, desde 2003, son 1.285. Mientras, los menores asesinados por violencia vicaria este 2024 son ocho a nivel estatal.
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