Los vigueses ya no se separan, se divorcian de mutuo acuerdo

Las disoluciones matrimoniales en Vigo se estabilizaron en el tercer trimestre del año, con un incremento del 38% de las rupturas con consenso entre ambas partes

Divorcio.
Divorcio.

Las demandas de disoluciones matrimoniales registradas en los juzgados de Vigo en el tercer trimestre del año reflejan cierta estabilidad. Pese a que hubo una cifra ligeramente menor que en el mismo periodo de 2024, la diferencia en números absolutos es mínima, solo cinco rupturas menos, con lo que el número de matrimonios que decidieron poner fin a su vida en común se situó en niveles prácticamente similares.

No obstante, la estadística sí refleja dos novedades, por primera vez no hubo ninguna separación, y además, los divorcios civilizados superaron por goleada a los que se producen sin falta de acuerdo, con un incremento del 38% en estos consensos frente a los que había en el mismo periodo del año pasado.

El ocaso de la separación llegó hace años, con la llegada de los divorcios exprés, y, aunque cada vez había menos parejas que decidían darse un margen antes de rubricar la ruptura definitiva, hasta el momento no se había llegado a un marcador cero. De hecho, en el tercer trimestre de 2024 todavía hubo seis, tres que lo hicieron de forma consensuada y otras tres sin posibilidad de acuerdo.

La reducción en disoluciones matrimoniales fue mucho más acuciada a nivel autonómico. Según la estadística, hecha pública ayer por el Consejo General del Poder Judicial, fue de un 20,7%, situándose Galicia como la quinta comunidad con la media más baja. Los vigueses, en cambio, rompen esa tendencia y la cifra de divorcios se mantiene muy similar.

Durante este periodo de 2025, fueron 106 las parejas que interpusieron demanda de divorcio, y 105 en 2024, año en el que las rupturas llegaron a las 111 al sumar las seis que optaron por separarse.

El acuerdo además no es solo mayoritario a la hora de poner fin al matrimonio, sino también a la hora de determinar la guardia custodia de los hijos, en el caso de parejas que no están casadas y también supera el consenso a la hora de modificar medidas, algo que no ocurría el año pasado, donde la fricción entre las parejas a la hora de cambiar las condiciones suscritas inicialmente era más frecuente que el acuerdo.

Con todo la media de disoluciones se mantiene respecto al resto del año, en cerca de medio centenar, ya que el último trimestre incluye el mes de agosto, que es inhábil y, por tanto, las demandas se suelen presentar en julio o septiembre.

Contenido patrocinado

stats