Vigo presume de buena arquitectura

Dos viviendas de Vigo, ambas ubicadas en Marqués de Valladares, fueron premiadas por el Colegio Oficial de Arquitectos de Galicia en los galardones Gran de Area, que reconocen los proyectos más destacados del año en las demarcaciones de Vigo, Pontevedra y Ourense. Una de ellas es la restauración de la vivienda particular del arquitecto Xosé Bar Boo, con un respeto por la obra original para preservar así su legado arquitectónico. “El resultado es una restauración serena y respetuosa de la vivienda, reafirmando el valor de la conservación frente a la transformación innecesaria”, indicaba el jurado, que recalcó también el papel del promotor en el compromiso para preservar y actualizar ese espacio vital.

La segunda premiada fue la obra nueva y rehabilitación que Jesús Irisarri y Guadalupe Piñera realizaron en el 39, 41 y 43 de Marqués de Valladares. Fue galardonada por su proyecto de recuperar el edificio Ribas y restituir su fachada original. El jurado valoró muy positivamente el proyecto por su “capacidad para establecer un diálogo sensible y respetuoso entre la arquitectura existente y la nueva intervención”, con especial énfasis en la organización y su relación con el exterior, en una mezcla entre memoria y contemporaneidad.

Ambas viviendas de Vigo fueron seleccionadas de entre 57 proyectos de diversa escala, como obras de carácter urbano, habitacional, industrial, comercial o paisajístico, y con tamaños diferentes, desde pequeñas intervenciones, casi estratégicas, a otras que resuelven espacios urbanos enteros. El jurado seleccionó 12 de esos proyectos como ganadores. Además de los dos vigueses, también fueron galardonados el Alpendre Rectoral de Santiago de Rabeda, en Taboadela (Ourense); la recostrucción de un edificio para alojamiento público en Muimenta (Lugo); el Mirador de Pereira y la subida al campo de San Roque, en Portonovo; el pabellón de eventos en Pazo de Toxeiriña, en Moraña; la ampliación de viviendas de la Rúa Progreso en Ourense; la restauración de la fachada oeste de la catedral de Ourense, en la Praza de San Martiño, una vivienda unifamiliar en un paisaje rural de Vilasobroso, en Mondariz; el Centro Integral de Salud de la comarca de Deza-Lalín; la conservación del Museo Massó, en Bueu y la ordenación del recinto monacal y el encuentro costero del Mosteiro de Oia.

“Estamos satisfechos por la alta participación y por la notable calidad y diversidad de las obras presentadas, que hicieron especialmente compleja la selección final. Las obras premiadas acercan contribuciones particularmente valiosas a la arquitectura, ejemplificando rigor, sensibilidad y calidad arquitectónica”, destacó el jurado. La entrega de premios se celebrará a principios de año que viene.