“En Vigo soy muy feliz”

Sámba Diallo, de 43 años, nació en Koutounta, en Senegal, en la costa atlántica africana. En su país trabajaba de albañil. Tenía dos hijos. Muy joven quedo viudo. La falta de futuro lo llevo a emigrar y acabó en Vigo, donde alterna varios oficios, como vendedor ambulante, igual que otros muchos de sus compatriotas, y en los frigoríficos. En Vigo residen 850 senegaleses, la mayoría son hombres. Es otro de los nuevos vigueses y su historia se parece a la de miles de otros africanos que tuvieron que cruzar el mar. En su caso, logró asentarse e incluso se casó con una viguesa.

¿Cómo llegó a España?

Como la mayoría de los africanos en patera. Salí de Senegal en autobús hasta Marruecos. Me instalé en Tanger. Desde allí intenté conseguir una patera. Hice varios intentos qué fracasaron. Hasta que una patera nos llevó cruzando el Mediterráneo.

¿Cómo vivió ese viaje?

Salimos de noche. Con relativo mal tiempo. El viaje es muy peligroso. Éramos 7 personas de varios países africanos. Entre ellos solo una mujer de Nigeria qué estaba embarazada.

¿Cómo fue la llegada al territorio español?

Llegamos a las playas de Algeciras donde nos estaba esperando la Policía. Nos dieron abrigos y alimentos. Llegamos muy cansados y con frío. Desde allí pasamos por los centros de internamiento de Barcelona y después Madrid.

¿Cómo llego a Vigo?

Aquí tenía a un amigo senegalés y no dudé en viajar hasta aquí. Al llegar me gustó la ciudad y de inmediato me puse a trabajar en la venta ambulante. Tiempo después conseguí un trabajo por la noche en una empresa de pescado congelado. Trabajo muy duro. Igualmente por la tarde salgo todavía a caminar vendiendo mis productos.

¿Qué le dio Vigo?

Bueno aquí me casé con una viguesa y tengo una hija. La verdad es que soy muy feliz. La gente me trata muy bien. Tengo muchos amigos.

¿Tiene alguna distracción?

Sí, el fútbol. Aunque no sé jugarlo. En Madrid me hice del Real y al llegar a Vigo al Celta. Ahora soy más celtista que del Real Madrid.

¿Tiene alguna materia pendiente?

Me gustaría aprender gallego. Lo entiendo perfectamente. Muchos clientes me hablan en gallego y yo les respondo como puedo.

¿Cuándo tiene previsto visitar su país?

Intento hacerlo todos los años, para ver a mi familia. De lo que gano de mis dos trabajos envío todos los meses, una ayuda económica a mi padre, que cuida de mis hijos.

¿Tiene alguna rutina en su día a día?

Pues mi única actividad social es ir al bar "Mus" en el Calvario, donde frecuentan compatriotas. Me bebo un refresco Descanso y sigo trabajando.

¿Le gusta alguna comida gallega?

Sin duda el pulpo con aceite de oliva y pimentón. Es un manjar.