Vecinos y supervivientes del incendio de Vigo: "Nos han prendido fuego"
Vecinos y supervivientes del incendio tenían claro quién había provocado las llamas en el inmueble de Alfonso X
En la zona de As Travesas donde ocurrió el trágico incendio todos conocen a todos. Y, sobre todo, todos conocen la situación del número 6, okupado en su mayor parte desde hace años y donde habitan más familias con niños que la de los fallecidos.
Una de ellas es la de Nerea Lainez, que vive en el primer piso con sus dos hijos, uno de 12 y otra de 5 años, aunque esta última se encontraba en casa de su abuela en la noche del incendio. “Yo me enteré porque empecé a escuchar a gente gritando ‘fuego’ y cuando lo intenté ya no se podía salir por la puerta, así que tuve que salir por una de las ventanas. Cogí al perro y todo lo que pude y salimos”, relataba a los medios, todavía visiblemente afectada, horas después del suceso. “Nos han prendido fuego. Nos han quemado”, expresaba la joven, que lamentaba que “esto ya había ocurrido antes, pero nadie hizo nada”. Se refería a un incidente previo provocado por un antiguo okupa al que sus propios compañeros habían desalojado por problemático que, afortunadamente, no fue a más. Es el mismo hombre al que todos señalan como posible culpable del incendio.
Así lo refrendaba una antigua inquilina del inmueble: “Estoy seguro de que lo ha hecho él, nos tenía manía y quería hacerse dueño del edificio. A mí incluso me intentó robar un par de veces, por eso me fui hace un año”.
Rubén, padre de una de las niñas que vive en el edificio, lloraba desconsolado en la puerta: “Mi hija jugaba todos los días con las niñas del cuarto. Las llevé muchas veces al cine”. Él, que vive cerca, intentó ayudar a sofocar las llamas mientras no llegaban los servicios de emergencias: “Vaciamos seis extintores”, indicaba.
Una de las ayudas que llegaron al número 6 de Alfonso X el Sabio lo hizo desde la calle Florida. Una camarera que estaba recogiendo el local en el que trabaja asegura que oyó los gritos de auxilio desde esta calle y fue siguiéndolos hasta llegar a As Travesas, donde echó una mano a los vecinos para bajar a las mascotas que vivían allí –unos 10 perros aproximadamente, de los que alguno sufrió quemaduras leves–.
Durante toda la mañana, la tensión vecinal se dejó notar en los alrededores del inmueble. “Tienen que responsabilizarse los de asuntos sociales, que son conscientes de todo lo que hay aquí pero nunca han hecho nada. Si hubieran hecho su trabajo no habría ocurrido nada de esto”, exclamaba una familiar de una de las inquilinas. Dicha tensión alcanzó máximos cuando se personaron en la calle el delegado del Gobierno, Pedro Blanco y el alcalde, a quienes un grupo de vecinos se dirigieron a gritos exigiendo responsabilidades por lo que ocurrió.
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